Episode Transcript
[00:00:31] Speaker A: Muy buenos días a toda la comunidad Cuento Contigo. Muy, muy buenos días y muchas gracias por estar aquí con nosotros como todos los domingos. Hoy tenemos un invitado que ustedes ya conocen, pero que vamos a volver a presentar, es el Doctor Mario Zavala. Doctor, muy buenos días, muchas gracias por estar con nosotros.
Me gustaría muchísimo que te presentaras nuevamente a la comunidad Cuento Contigo.
[00:01:02] Speaker B: Señora. Nena, un placer, qué gusto de verte nuevamente y de verdad es un privilegio poder acompañarles, simplemente para recuperar, yo soy padre de familia, cuatro hijos ya grandecitos, felizmente casados de hace ya 30 años.
Profesionalmente tengo estudios de licenciatura en Relaciones Internacionales, tengo un MBA y estudios de doctorado en temas organizacionales por la George Washington University, dedicado a la docencia desde hace ya casi 40 años y muy agradecido por una gran experiencia en acompañar a directivos, empresarios, ejecutivos, líderes en los distintos ámbitos en su mejoramiento personal y profesional.
[00:01:57] Speaker A: Pues qué alegría tenerte con nosotros nuevamente, Doctor.
Bueno, muy bien, pues hoy vamos a hablar, amigos, de un tema que nos concierne a todo el mundo, la administración de nuestro tiempo.
Fíjense amigos, así como todos ustedes saben, ahora vivimos con las agendas llenas, con obligaciones constantes y la sensación de que los días se nos están yendo muy rápido, entonces así nos cuesta más trabajo organizar nuestro tiempo y cómo podemos aprovecharlo mejor, nos viene a platicar el Doctor Mario Zavala. Y hoy vamos a explorar, doctor, pues estrategias, reflexiones y herramientas para vivir más conscientes del tiempo que podemos aprovechar.
Entonces, pues esto es para toda la comunidad Cuento Contigo para que sepa de lo que vamos a hablar. Doctor, pero a mí me gustaría preguntarte algo, ¿Existe realmente el tiempo?
[00:03:12] Speaker B: Pregunta filosófica que se ha hecho el ser humano desde siempre, y ya cuando hablamos desde siempre, pues ya hablamos de tiempo, ¿No?
Parecería como de obviedad, porque como sujetos bien asentados en una realidad que está limitada por nuestro espacio, por nuestras condiciones físicas, estamos limitados igualmente por este transcurrir, que es lo que llamamos tiempo. Es decir, no estamos nosotros en una situación, en una condición que no cambia, sino que continuamente está fluyendo lo que realmente como seres humanos nos hemos ido dando a lo largo precisamente de la historia. Es nuestra forma, por un lado, de ir midiendo y de ir percibiendo cómo transcurre ese tiempo, pero más importante, por supuesto, cómo nosotros lo vamos usando, claro que si hablamos desde tiempos inmemoriales con una perspectiva, vamos a decirlo así, mucho más trascendental, la noción de tiempo parecería romper ese límite natural que tenemos los seres humanos que es la muerte, e incluso en filosofía pues viene de más allá, en donde lo que tenemos es una transmigración de nuestra entidad, llamémosle alma, que se ha ido trasladando de distintas entidades a esta y se seguirá desplazando de una perspectiva ya mucho más circunscrita a nuestra humanidad. Lo que nosotros claramente vislumbramos es que nosotros vivimos en una circunstancia determinada, pero la cual se abre un tiempo infinito a una existencia que no podemos ni siquiera calcular la mente, pero que lo más importante es que esté en función de lo que nosotros hayamos hecho, que por lo tanto va a ser estupenda si nos portamos bien o será espeluznante si si nos portamos mal. Y claro, conforme el pensamiento secular ha ido avanzando en nuestra historia, bueno, ¿A qué hemos llegado?
A consideraciones muy claras al día de hoy, en donde la filosofía digamos más extendida lo que nos dice es que tú tienes un tiempo muy claramente definido entre tu nacimiento y tu muerte, que más allá de esa muerte ve tú a saber que vaya a haber previo a tu nacimiento, tal cual, pues quién sabe que eras, pero en este intervalo es en donde has de hacer cosas y por lo tanto en ese intervalo pues que puedes llamarlo completamente sin sentido dirían aquellos existencialistas más pesimistas, o sea no tiene ningún sentido la vida, entonces pues hagamos lo que hagamos pues pasará nada, o aquellos que dicen bueno ya quedamos Estados Unidos en esta limitación existencial, pues tratemos de hacer la vida y hacernos la vida lo mejor posible. Por lo tanto existe claramente el tiempo en nuestra realidad, habrá ciertas distorsiones dependiendo de los fenómenos físicos que pueda haber, digo, ya está más que demostrado la relatividad del tiempo en esta perspectiva digamos de que se se hace circular dependiendo de la gravedad y todas estas fuerzas que están más allá de nuestra limitación. Pero la pregunta de fondo sigue siendo la que se hacen en El Señor de los Anillos que hace Gandalf, ¿Qué vas a hacer con el tiempo que se te ha dado?
[00:07:11] Speaker A: Muy bien, es algo que el humano no ha podido definir todavía, es algo.
[00:07:16] Speaker B: Que.
[00:07:18] Speaker A: Es una situación que todavía no se define totalmente, unos dicen una cosa, otros dicen otra, la filosofía, la ciencia, todos van teniendo una idea, pero no se ha podido definir exactamente.
Muy bien, pues entonces nosotros vamos a utilizar el tiempo aquí en este planeta que lo tenemos que pues estamos dentro de un tiempo lineal, o sea, el tiempo que nosotros tenemos es lineal, pero no sabemos si realmente sea lineal porque nadie lo puede definir todavía, pero aquí el doctor Mario Zavala nos viene a platicar de cómo podemos nosotros empezar a utilizar eso que tenemos aquí ahora para estar más tranquilos de alguna manera, porque el tiempo nos controla, doctor, platícanos.
[00:08:14] Speaker B: Desde luego, desde luego que nos controla y no solo eso, no se recupera tiempo perdido, no hay forma de volverlo a tener y nos controla toda vez que nos pone plazos inevitables en términos de, en primer lugar, de nuestra existencia, no sabemos cuándo, pero sabemos que es finito, desde luego. En segundo lugar, en cuanto a nuestros propios objetivos de tiempo, perdón, los objetivos de vida, corrijo nuevamente, lo que no se haya hecho en cierta circunstancia es prácticamente imposible que se pueda realizar en otra, llámese desde cuidado de la salud, llámese de preparación intelectual, llámese de esfuerzo.
[00:09:15] Speaker A: Físico.
[00:09:19] Speaker B: Y además, pues esto si lo volcamos a la dimensión social común, pues con más ganas, porque el tiempo nos va determinando plazos concretos en los cuales pues que podemos hacer, el ciclo de cultivos, los recursos que son no renovables, la propia paciencia o la exasperación que pudieran tener comunidades en situaciones poco aventuradas. Entonces, desde luego que el tiempo nos controla y nos limita, sin embargo, como seres humanos tenemos la gran posibilidad, la gran capacidad, la gran oportunidad, el gran derecho de poder decir nuevamente cómo es que vamos a utilizar ese tiempo, cómo es que le vamos a dar nosotros no solo ocupación, sino sobre todo sentido. Nena, Me parece que ese es el punto primordial, el punto de partida, el sentido que le demos al tiempo.
[00:10:26] Speaker A: O sea, que el tiempo si marca el ritmo de nuestras vidas.
[00:10:32] Speaker B: Naturalmente, naturalmente. Pensémoslo de manera fundamental en cómo vamos lo que nos enseñaron todo el tiempo, a ver, nacemos, crecemos, maduramos y acabamos secándonos. Entonces todo eso se va dando, como bien lo dijiste Nena, en una clara línea de tiempo, en eso estamos determinados.
Ahora bien, la cuestión es qué sentido le podemos ir dando, primero como individuos a esas fases y segundo, cómo esto se proyecta en la continuidad de nuestra realidad comunitaria, que es lo que llamamos historia, desde los orígenes más remotos, de nuestra vida social hasta digamos, el segundo concreto que está pasando en este momento.
[00:11:26] Speaker A: Muy bien, entonces platícanos ahora pareciera que el tiempo está más rápido.
[00:11:43] Speaker B: Va mucho en la línea de lo que seguramente tú y yo y la comunidad de Cuento Contigo, pues hemos vivido desde niños. De pequeños decíamos no, no, no, de aquí a que llegue la Navidad, las vacaciones son eternas, maldición, no se acabe el ciclo escolar, porque nuestra noción de tiempo la percibíamos de cierta forma por nuestra juventud. Desde luego, conforme nos vamos haciendo mayores, esa comprensión del tiempo pues se va haciendo mucho más estrecha. ¿Por qué? Porque vamos teniendo mucho más acumulación de memoria y naturalmente lo que vamos viendo es la repetición de esos eventos importantes de nuestra vida. Y claro, sentimos que se nos va en un suspiro.
[00:12:26] Speaker A: Muy bien, pues entonces yo quiero que pienses esto. ¿Por qué? Porque realmente ahora dicen algunos, pero tienes que pensar muy bien que el tiempo ya no es de doce horas el día, ni de doce horas la noche, sino que simplemente vamos en diez o en nueve, ocho horas. Así se está manejando el tiempo. Ahora si lo cuentas bien, pero piénsalo y ahorita me platicas. No es de la niñez ni es como lo percibimos, sino que ahora realmente el tiempo está cambiando. Piénsalo. Y ahorita me preguntas, me contesta, ¿Qué pensaste, doctor?
[00:13:41] Speaker B: Uy, nena, pues es una pregunta que yo creo que nos planteamos todos al día de hoy. ¿Cuáles son esos bloques en los cuales nosotros estamos viviendo el tiempo? Y creo que como generaciones, cada vez esos bloques son menores. Tú bien lo dijiste ahorita en bloques de ocho, nueve horas.
Cuando volteamos a ver al día de hoy los intervalos de las redes sociales en cuanto a su difusión, hombre, estamos hablando de bloques de segundos.
Está uno viendo un video que no llega ni siquiera a los 30 segundos, los anuncios que te pasan en los canales de video medidos exactamente para que capten tu atención, insisto, en una ráfaga.
Desde luego. Entonces, esto lo que nos acusa es a ver cómo es que estamos conceptualizando ese tiempo y cómo está pasando de rápido. Y esto me parece que contrasta tremendamente con una tendencia que creo yo que tenemos las personas en general a vivir como si no tuviéramos tiempo, como si el tiempo no se agotara.
Es paradójico, pero a la vez de que yo puedo pasar en un minuto, viendo cuatro o cinco videos y captando la atención en un instante, al parecer, cuando yo trazo mis objetivos, cuando yo planteo lo que quiero hacer, es como si no hubiera plazo, no hubiera límite, como si existiera una infinitud que no me restringe. Y desde luego habría que pensar por qué son estas dos cosas que, insisto, están presentes en nuestra realidad. La primera, porque desde luego, una cuestión que ha cambiado tremendamente en nuestra propia dinámica individual y social, es nuestro, vamos a llamarlo así, rango de atención, o lo que en inglés llamarían span de atención, que si no la captamos de inmediato, inmediatamente vamos a pensar en otras cosas, nos vamos a saltar, nos vamos a perder, porque hemos perdido capacidad de concentración.
Entonces, solamente podemos ver las cosas en un tiempo muy limitado, y eso hace que nuestro aprovechamiento del tiempo, digámoslo así, sea tremendamente finito. Pero al mismo tiempo, parecería ser que cuando nos trazamos fines, sobre todo cuando nos ponemos metas realmente valiosas, hombre, pareciera como que el tiempo no llega. Y hay quienes incluso abusamos de ese tiempo, cuando me toca en clase aplicar algún examen, y el típico reclamo de los estudiantes, por favor, dame más tiempo, con poco más de tiempo ya habría resuelto bien el examen, o en la empresa, oye, es que claro, si me hubieras dado más tiempo, yo hubiese podido haber llegado a mis objetivos de venta, o bien, claro, pues es que en nuestra relación de pareja lo que pasa es que necesitábamos más tiempo para vernos. Entonces, en esta duplicidad, en esa paradoja, lo que creo yo que acusa es que por un lado, insisto, hemos perdido esa capacidad de poder enfocarnos y concentrarnos, pero por la otra, en realidad es porque no sabemos usar el.
No sabemos entender qué es lo que supone un lapso, y sobre todo, porque hemos perdido de vista lo que supone, y voy a usar esta palabra de manera muy clara, un proceso, porque proceso, poder llegar del punto A al punto B, requiere tiempo.
Y claro, al día de hoy estamos obsesionados con hay que acortar esos tiempos lo más que se pueda, y en muchos casos se puede con inteligencia artificial, al día de hoy queda clarísimo si yo quiero buscar información de cierta manera, o quiero diseñar algún tipo de documento, o quiero hacer una investigación, al día de hoy, en segundos, lo que antes podíamos tardarnos semanas.
Sin embargo, los procesos más importantes de la vida requieren tiempo, requieren madurar, requieren conformarse. ¿Por qué? Porque requieren de profundidad y no meramente de, vamos a llamarlo así, de anchura.
[00:18:38] Speaker A: No, pues eso está muy bien, todo eso está muy bien. Entonces, ¿Influye nuestra mente para nuestra organización del tiempo?
¿Nuestros pensamientos?
[00:18:51] Speaker B: Sin duda, sin duda, nuestros pensamientos, digamos así, en nuestra dimensión como ser humano, ese aprovechamiento del tiempo, pues parte fundamentalmente de nuestra realidad corporal. Es decir, que nosotros con los sentidos captamos una realidad y de acuerdo a nuestras tendencias queremos las cosas. Entonces, esa percepción que tenemos de la realidad y esa tendencia por adquirir las cosas, evidentemente van marcando esta dinámica de tiempo.
Mientras más deseo algo, evidentemente más me desespero y por lo tanto mucho más quiero.
Quisiera yo que el tiempo pasara más rápido.
Sin embargo, también se da ese proceso, esa realidad que en la medida en que ese proceso por el cual yo estoy adquiriendo ese bien, o estoy llegando a ese punto de destino, ese proceso, ese traslado en sí mismo es tremendamente gratificante.
Hay un autor ruso de mediados del siglo pasado, siglo XX pasado, de nombre Mijaíl Csikszentmihály, si lo pronuncio bien, que él aporta una idea muy extendida, pero quizás no se le reconoce tanto, que se llama la idea de flow, es decir, el estado de flow. ¿Qué quiere decir eso? Que cuando como seres humanos estamos en pleno éxtasis, disfrute, profundidad, pasión, involucramiento pleno de lo que estamos haciendo, es como si el tiempo no pasara.
Entonces podemos estar metidos en eso horas y sentimos como si no sucediera. Al día de hoy lo puedes ver en ciertos anuncios de ropa deportiva, están los corredores y dicen, oh, es que de pronto llegué a mi hype, llegué a mi estado alto. ¿Por qué? Porque estoy disfrutando tanto este proceso que pareciera como si fuera un presente permanente. Mientras que por el contrario, cuando estamos en situaciones tremendamente adversas, sala de espera en un hospital, o a lo mejor en una situación legalmente difícil y demás, cada nanosegundo nos pesa como una tonelada.
Entonces, claro, la experiencia del tiempo está en función de esas realidades, naturalmente pesas, realidades traducidas a como yo las proceso, a través de mis sentidos, desde luego, mis tendencias, pero sobre todo por mi inteligencia.
Y claro, si estas emociones, si estas tendencias que tengo son tremendamente fuertes y son desgarradoras, pues mi inteligencia va a batallar muchísimo más. De ahí la importancia de entender, como comentaba hace un instante, esa preciosa capacidades que tenemos como seres humanos de poder decir cómo voy a emplear mi tiempo, cómo le voy a dar sentido a mi tiempo.
[00:22:05] Speaker A: Muy bien, entonces cuando posponemos tareas importantes estamos evitando lo que nos genera miedo o incomodidad más que por falta de tiempo.
[00:22:18] Speaker B: Pones el dedo en la llaga, nena. Desde luego, esto que algunos podrían llamar procrastinación, naturalmente parte precisamente de esa, digamos, a lo mejor de esa inconsciencia de decir el tiempo es finito, no hay todo el tiempo del mundo, entonces iré al médico ya en algún momento no pasa nada, o bien tengo que entregar ese reporte, ya veremos, o para qué hacer la tarea si tengo tal situación, o por qué diablos voy a hacer la reunión con mis familiares que llevo colgando.
Entonces, claro, ese posponer las cosas se da en automático porque pensamos que tenemos todo el tiempo, entonces al momento en que nuestra, digamos, ansiedad, en que nuestra, nuestro desagrado por tener que enfrentar o realizar estas cosas es tremendamente dominante, sobre todo existiendo alguna otra cosa que me resulta muchísimo más apetitosa, pues desde luego que la voy a posponer. ¿Por qué diablos tendría yo que tener cita con el dentista, verdad? Si no me duele nada y puedo seguir estando con mis amigos en la reunión, ¿Por qué dedicarme a hacer este reporte si estoy viendo un partido interesantísimo en pantalla, No, ya habrá tiempo?
Y claro, ahí lo que estamos acusando desde luego es una jerarquización, digámoslo así, bastante arbitraria y no necesariamente sana del uso de nuestro tiempo.
[00:24:08] Speaker A: Entonces, platícanos, la procrastinación se confunde con la pereza.
Excelente.
[00:24:16] Speaker B: Fíjate que la pereza como tal, entendida como un hábito malo o como vicio, ciertamente parte de una actitud consciente del individuo de decir ya estoy mal acostumbrado, mientras que la procrastinación sí puede tener detonadores emocionales que a lo mejor no hemos reconocido y y que necesitan ser atendidos porque no es con la mera voluntad como los vas a resolver.
[00:24:48] Speaker A: Bueno, pues entonces aquí nos están diciendo que nos tenemos que ir a un comercial, amigos, y vamos a regresar en un momento. Estamos en cuento contigo, con el Dr. Mario Zavala. Él nos viene a decir cómo podemos utilizar mejor este tiempo en el que vivimos en esta realidad de este planeta. Regresamos en un momento amigos, estamos con el Doctor Zavala, regresamos a tu programa Cuento Contigo. Amigos, yo soy la señora Nena Torres y está con nosotros el Doctor Mario Zavala y nos viene a platicar de eso que a muchos ni siquiera nos hemos puesto a pensar qué significa y cómo lo podemos utilizar. Y me gustaría que empezáramos este segmento doctor, con algo que me interesa a mí ¿Qué podemos hacer con el tiempo muerto?
Por ejemplo, cuando voy en el coche cuando es improductivo o lo puedo hacer productivo para para que nuestros amigos digan bueno, pues si yo tengo dos horas de traslado, ese tiempo lo estoy perdiendo o tengo oportunidad para poder utilizarlo. ¿Qué nos platicas de esos tiempos muertos?
[00:26:39] Speaker B: Te agradezco muchísimo la identificación de esos lapsos porque justo reflexionaba yo de cara al tema que vamos a discutir, como esto se parece a lo que en la empresa cuando hacen su diseño de operaciones se llama tiempo de espera.
Supongamos que yo vendo galletas y tengo que tener un lapso en el cual pues digamos el horno se calienta o que las galletas se enfríen, ¿Qué pasa en ese tiempo? Para la empresa eso es un recurso como bien lo dices, es un recurso desaprovechado, es un recurso que hombre debería estarme rindiendo en este momento y son precisamente esas instancias y quiero por eso hacer el asímil a lo que se vive en la empresa en donde precisamente el ingenio a ver, bueno, entonces cómo le hago para poder aprovechar mejor si esto me va a tomar pues insisto, media hora, qué es lo que hago entonces mejor tengo también otro horno para hacer esas galletas, para hacer un lote más grande y por lo tanto, bueno, que este tiempo que yo me tardo pueda yo recuperarlo haciendo más volumen. En fin.
El tema es que esa es una pregunta que para efecto de la empresa se puede medir claramente en dinero perdido.
Hay tiempos efectivamente que pues no vas a poder recuperar por la propia naturaleza del proceso, es decir, si yo trato de enfriar las galletas con refrigeración o si trato de tener un horno que funcione prácticamente en segundos, posiblemente la eficiencia de la energía, posiblemente el desgaste, la calidad del producto no vaya a ser la que se.
Por eso habla yo del tema de la naturaleza de los procesos y de lo que requieren. Ahora bien, cuando esto lo llevamos a nuestra vida cotidiana. Y me gustó mucho que pusieras el ejemplo de los traslados. Yo creo que tocas uno de los grandes dilemas que tenemos al día de hoy, que son los tiempos de traslado.
En una ciudad como la Ciudad de México, como Monterrey, como Guadalajara, Houston, vaya las grandes metrópolis, desde luego que el moverte de un punto a otro te va a tomar un tiempo verdaderamente significativo y por lo tanto en nosotros queda ¿Cómo voy a vivir ese tiempo?
Yo creo que para muchos, sobre todo quienes usamos transporte público, nos supone una desesperación total por la incomodidad, por las condiciones, por el recurso adicional que se consume y demás. Entonces eso desde luego nos va predisponiendo. Ahora, para aquellos que usamos automóvil, pues desde luego esto nos lleva a decir, a ver, yo tengo el control y por lo tanto voy a moverme más rápido o voy a tratar de rozar con los consecuentes riesgos que trae.
Por lo tanto, nuevamente esto nos lleva a lo que comentaba yo hace un momento, ¿Cuál es ese sentido del tiempo?
Y si yo veo esa o yo concibo esos intervalos como oportunidad para yo poder nutrirme interiormente, resulta tremendamente valioso. Entonces, si voy en transporte público, yo no he encontrado joven que no traiga sus audífonos acá en Bluetooth, oyendo, escuchando música, seguramente, bueno, podrías también estar escuchando algún texto, algún libro que te ayude a la mejora personal, puedes estar haciendo a la mejor trayendo a cuenta algunos elementos que te puedan ayudar a reflexionar sobre ti mismo, sobre tu relación con los demás, haciéndote preguntas interesantes. Y si vas en el vehículo, bueno, me parece que es un momento extraordinario para poder también aprovechar el encuentro, vaya con el arte, puedes estar escuchando alguna novela, puedes estar escuchando música, quienes sean mucho más capacitados, yo por supuesto no es mi caso, pero pueden estar aprendiendo algún idioma o estar desarrollando alguna capacidad intelectual. Entonces qué nuevamente, ¿De qué depende? No depende tanto de la condición, sino depende del uso del sentido que yo le dé. Y esto Nela, fíjate que lo podemos llamar a condiciones extremas.
Es de sobra conocida la vida de Viktor Frankl, este psicólogo del hombre en busca de sentido, que estando en el campo de concentración decía, a ver, aún estando en esta circunstancia tan horrible, e imagínate el tiempo que te consume más la angustia, más que pasaron, yo puedo ser capaz de llenar de sentido esto, de llenar de esperanza, de llenar de una perspectiva diferente. ¿Por qué? Porque ese es mi privilegio como ser humano, esa es la gran bendición de la capacidad intelectual, de mi inteligencia, pero también de mi voluntad de poder querer hacer esta.
Querer tener esta disposición hacia el tiempo. Entonces, de que los van a ver, sin duda los van a ver. De cómo los podemos aprovechar, depende literalmente del sentido que queramos llenar.
[00:32:35] Speaker A: Ahora, eso sería para una empresa, pero el tiempo en la familia y según el rol que desempeñes, pues se maneja de forma diferente. Platícanos para nuestros amigos que tienen su familia o que salen a trabajar o que se queda uno en casa, dependiendo del rol en la familia, ¿Cómo se puede manejar el tiempo?
[00:33:02] Speaker B: Yo creo que ese es el tema más crucial, más importante al día de hoy, nena, tal y cual como tú lo pones, el tiempo en familia, porque desde luego cuando nosotros, y lo dividías claramente en bloques, ¿Verdad? Cuando nosotros por lo menos 8 horas tenemos que dedicarlas a conseguir los satisfactores de nuestra vida, del trabajo como sea, evidentemente eso prácticamente para todo mundo le vamos a dar prioridad. ¿Por qué? Porque pues si no nos dedicamos ahí, pues a ver cómo nos dedicamos a mantener a la familia.
Sin embargo, esto no debería distraernos de nuestra toma de conciencia fundamental de que esa vida de familia lo que requiere más que nada, desde luego es tiempo. Claro, tiempo donde le estemos imprimiendo amor, donde le estemos imprimiendo dedicación, donde le estemos imprimiendo verdadero interés por el otro, de los padres a los hijos, de los hijos entre ellos como hermanos hacia las generaciones anteriores o familia extendida, que es tremendamente valioso.
Claro, el tema es que pues como metidos en este sistema tan rápido, tan veloz, tan demandante de nuestra atención, pues acabamos dejándole migajas a la familia.
Afortunadamente las organizaciones, digamos, líderes en sus prácticas de gente, tienen cada vez más claro esto, que tienen que respetar esos tiempos para las obligaciones familiares. Llámese que hay que ir al partido de soccer de la niña, llámese que hay que ir a la reunión de la escuela de la asociación de padres, llámese que hay que estar dispuestos a celebrar los acontecimientos, llámese qué mira, es incluso deseable que te vayas a trabajar en tu casa para que por lo menos hagas presencia, o las empresas, insisto, que han cuidado, por ejemplo, el tema de el tiempo que tienen dedicar los padres para la atención del recién nacido Absence, como se llama, que cada vez en estas empresas que son líderes prevalece.
Ahora bien, esto nuevamente depende de lo que decidamos en nuestro proyecto de vida.
Cuando estás hablando del tema de familia y mi proyecto de vida, no quiero tener familia porque me distrae, porque tengo miedo al futuro, porque qué pereza, por lo que sea. Evidentemente lo que estamos diciendo es yo lo que quiero es concentrar el tiempo para mí Y eso de lo que nos habla pues finalmente es de concentración de recursos y eso es egoísmo en todas sus letras.
La gran bendición y la gran virtud de poder invertirle tiempo a la familia es que nos desprende, nos abre.
Acabamos nosotros por saber este tiempo no es mío, este tiempo yo te lo entrego ¿Por qué? Porque es la manera en la que yo puedo darte mi vida como ser amado llámese a mi pareja, llámese a mi prole, llámese a mis amigos, padres o a mis hermanos. Entonces cuando se tiene claridad de que el sentido más profundo de mi vida es el amor, entonces ese recurso o esa capacidad o esta realidad que tenemos que es el tiempo que se nos ha dado, lo entregamos a los demás y eso acaba siendo tremendamente mucho más rico para nosotros Y eso nos lleva a muchísimos a esto que te mencionaba hace unos minutos de este estado de flow. ¿Por qué? Porque claramente en esa entrega de amor al hijo, cuando la mamá o el papá está viendo al chiquito que está sonriendo, que está prendido a sus pasos, el tiempo no importa. Pero está bien que el tiempo no importe ahí porque estoy disfrutando a plenitud este momento que a lo mejor van a ser segundos, pero que lo voy a tener grabado como una eternidad para el resto de mi vida.
[00:37:52] Speaker A: Muy bien, pero fíjate aquí considero yo que si además del rol de proveedor, de ese rol que estamos asumiendo como proveedor, tenemos el cuidado y la atención de los niños, de los nietos del esposo, de los padres que ya son de edad mayor, de la compra del mandado administrar el hogar, llevarlos a los niños a la escuela, llevarlos al doctor, así como de cumplir con los compromisos sociales que se tienen, pues el reto que se tiene respecto a la administración del tiempo es enorme.
Entonces piénsala muy bien y dime cómo podemos resolver las mujeres o las madres de familia. Esto es el reto de la administración del tiempo en la familia.
¿Qué pensaste? Doctor, qué interesante está esto del tiempo, ¿Verdad?
[00:39:25] Speaker B: Es increíblemente vital.
Fíjate nena, ahorita me dejaste pensando cómo se parece con estas preguntas que me hiciste, cómo se parece la gran semejanza que hay en las preguntas que nos hacen los directores de empresa, los ejecutivos, respecto de lo que pasa en nuestros hogares. ¿Porque guardando toda proporción, los directivos cuando se acercan con uno en su inquietud por manejar el tiempo, es a ver, cómo puedo administrar, cómo puedo organizarme sabiendo que tengo que revisar estos estados financieros, tengo que hablar con los clientes, tengo que checar que hayan llegado estos pedidos, tengo que reunirme con la gente del banco?
Y desde luego eso, insisto, guardando toda proporción, porque me parece que lo que mencionaste de estas responsabilidades en el hogar me parece muchísimo más importante y trascendente que lo que pasa en la empresa. Sinceramente lo digo, van alrededor de la misma dinámica, es decir, independientemente, como bien lo dijiste, de nuestro rol de proveedor y demás, lo cierto es que nuestras vidas van transcurriéndose a lo largo de realizar una serie de tareas que tenemos que hacer de manera, algunos diríamos natural y otras porque son necesarias para esa cuestión natural, es decir, voy a dedicarle tiempo a comer una hora, pero desde luego necesito dedicarle tiempo a preparar la comida que serán pues dos, o a lo mejor tres, o a lo mejor quince minutos, porque nada más me caliento lo que hay en el congelador, ¿Cierto? Entonces, aquí lo que me parece que es importantísimo, y lo señalamos para los directores de empresa, y creo que porque viene de la parte del hogar igualmente, es entender qué es lo más importante, en dónde está centrado mi tiempo. Evidentemente, si estoy a cargo de niños pequeños que requieren absolutamente toda mi atención, ¿Verdad? Lo que yo trataré es de que aquellos, vamos a llamarlo así, aquellas actividades que no están circunscritas a la criatura, pues me tomen el menor tiempo posible y sobre todo yo sepa cómo organizarlas. En cuestión, aquí ¿Qué es lo que manda el horario de la criatura, los hemos vivido todos los que somos papás, ¿Verdad? A ver, pues si el niño va a dormir o la niña va a dormir en estos horarios y se va a despertar para alimentar en esto, entonces, bueno, te toca velar a ti o te va a tocar descansar a ti, etc. Porque esos son los ritmos naturales.
Entonces, de acuerdo a esos ritmos naturales, ya sabemos que nos tenemos que organizar de cierta forma. De ahí la importancia fundamental, más allá del rol de proveedor o demás, de entender que este tipo de cosas, hombre, solo se sacan con muchísima dificultad.
Es decir, si yo estoy en soledad teniendo que sacar a mi criatura y a mi proyecto de familia y mi proyecto profesional, desde luego que voy a estar haciendo cortocircuito. ¿Y qué es lo que acaba pasando? Bueno, quitemos toda esa parte de criatura de vida familiar. ¿Por qué? Porque ahí no estoy, digamos, obteniendo. Los satisfactores inmediatos dirían algo, me parece que es la inversión completa de las prioridades, pero así se da. Entonces, volviendo al punto, ¿Qué es lo importante aquí? Entender esos ritmos naturales, conforme se va creciendo, conforme la familia va tomando otra dinámica, bueno, los que hemos tenido hijos adolescentes que claramente decíamos, pues es viernes y quiere estar en la casa, pues nada más estamos tú y yo porque ya todos se fueron a la fiesta, se fueron a la reunión, ¿Verdad? Y eso inmediatamente nos cambia nuestros hijos.
Por lo tanto, entender esas dinámicas de tiempo que va requiriendo el momento concreto de vida en el que estamos, por supuesto, nos va llevando a, insisto, llenarlas de sentido con esas actividades paralelas. Incluso para los que como yo, ya estamos arriba de los 60, que empezamos a decir, a ver, y es que estos tiempos que a lo mejor yo voy a tener que dedicarle al reposo porque no aguanto tanto al propio cuidado de mi salud, porque me están pidiendo que ya no haga este tipo de cosas o este tipo de esfuerzos, bueno, ¿Cómo los lleno de sentido?
Entonces, esos ritmos naturales nos van ayudando a decir, bueno, pues entonces si voy a tener que guardar este reposo, si voy a tener que guardar estas actividades acá, entonces en estos otros espacios o momentos tendré que llenar los sentidos y podré llenar estas otras actividades de acuerdo a mi ritmo natural de vida.
Cuando lo pensamos de cara a la empresa, me parece que aprendemos mucho del hogar, porque estos ritmos naturales lo que nos dicen son cuáles son tus objetivos y tus prioridades.
Entonces, cuando lo llevamos al escritorio del director o de la directora de empresa, lo más importante siempre es entender, a ver, ¿Cuál es tu misión? ¿Tu misión es usar el token y autorizar pagos? ¿Tu misión Es estar revisando cómo salen los paquetes o tu misión es inspirar a los demás, tu misión es conversar con los demás, tu misión es animar a los otros a que hagan mejor su labor, porque entonces en lugar de estar usando tu tiempo, en estar fiscalizando y en estar viendo en dónde la gente se equivoca, estás tratando de que la gente se sienta atendida para poder dar lo mejor de sí mismo?
Entonces me parece que tener esa claridad de qué es lo prioritario es el primer punto para poder tener una administración del tiempo saludable, por lo menos es lo que le recordamos a los directores de empresa en la escuela de negocios y desde luego lo que pues vamos, creo que hemos aprendido cuando nos fijamos bien en el sacrificio, en la dedicación que nuestros padres han tenido con nosotros.
[00:46:04] Speaker A: A ver, mira, vamos a poner a una mamá, vamos a pensar ahorita en una mamá que tiene que salir a trabajar, pero tiene que atender a toda la familia también, entonces ella quiere administrar su tiempo, entonces pues lo primero vamos a pensar en ella, le vamos a decir primero siéntate, administrar todas tus tareas, siéntate primero vas a administrar todas tus tareas y las vas a administrar pues en pasos, ¿Verdad? Para que no te agobies porque no estás cumpliendo con los abuelitos, porque no estás cumpliendo con las cosas del marido, entonces siéntate y vas a organizar tus tareas por pasos, apaga el teléfono, porque si el teléfono te distrae y estás tranquilamente te vas a poner a hacer tu proyecto, entonces te habla tu amiga y te habla el otro, pues ya no hiciste nada. Entonces yo pienso que estamos diciendo a la mamá, siéntate, vas a organizar tu semana, vamos a pensar que la organiza por semana, ahorita se me ocurre eso ¿No? Y lo vas a hacer por pasos, apaga tu teléfono y ten un lugar de espacio ordenado, porque si no vas a querer estar acomodando que ya se cayó la sal y que las cerezas y que la tarea y que aquí está un cuaderno del niño.
¿Eso pienso yo, no sé qué pienses.
[00:47:39] Speaker B: Tú, no coincido al 100% nena y.
[00:47:42] Speaker A: Empiezo a planificar por semana, cómo ves? Eso.
[00:47:48] Speaker B: Me parece que es una de las recomendaciones elementales que deberíamos de tener todas las personas desde pequeños. ¿Hay dos reglas que nosotros solemos usar mucho, fíjate, para nuestros estudiantes de NDA que es la primera, es trata de construirte como hábito un horario, no? ¿Pero cómo? A ver, ¿Eres esclavo de tu tiempo? ¿Es esclavo ni siquiera en tu tiempo, eres esclavo de las ocurrencias o eres dueño de tu vida? Porque si eres esclavo de las ocurrencias, olvídate de tener objetivos de vida.
Si eres esclavo de lo que va sucediendo, como decías, del teléfono, deja tú que te llame.
El teléfono tristemente el día de hoy es un distractor natural. ¿Por qué? Porque no necesito que me llamen, con que le dé dos toques a la pantalla y ya me meta a ver el videíto o me meta a ver la nota o el chiste, etc. Ya perdí por completo mi dominio, vamos a usar esa palabra, mi señorío sobre mi vida. ¿Por qué? Porque le estoy dejando, le estoy entregando. Entonces, claro, hagamos un horario. ¿Entonces, este horario que supone? A ver, ¿Qué actividades son las que necesariamente les vas a asignar un tiempo? Imaginemos nuevamente, estoy haciendo galletas, ¿Cuánto tiempo te toma? ¿Media hora? Bueno, sabes que te va a tomar esa media hora, pero no es todo el tiempo de tu vida.
¿Qué vas a hacer en estos otros lapsos? ¿Qué vas a hace en estas otras cosas? Y más importante aún, como muy bien lo decías, ¿Soy una mamá o soy un papá? Y están los chicos, bueno, evidentemente está el tema de, a ver, tengo que trabajar para mantenerme, pero la cuestión importante es aquí es voltear la pregunta, ¿Cuánto tiempo necesitan tus hijos de ti en ese momento, en ese momento de vida específico? Entonces, claro, el horario que se haga semanal, como bien lo has planteado, la mamá o el papá, pues cambiará de acuerdo que si son hijos recién nacidos a si son muchachos de 18.
Pero claro, como perdemos esta noción del tiempo, pensamos que tiene que ser de igual forma y perdemos de vista que a lo mejor la dedicación que deberíamos estarle dando al niño recién nacido, hombre, cuando tenga 18 años te van a sobrar horas para poder hacer esa actividad. Entonces, como muy bien lo dices, el tema de planificar semanalmente en el horario es indispensable. Ahora, esa es la planeación. Lo siguiente y más importante es la ejecución. Y la ejecución si supone el hacerse el hábito, el regresar y regresar continuamente a esa virtud, vamos a llamarlo así, de la laboriosidad, esa virtud de poder decir, bueno, lo que estoy haciendo es trabajando trabajando, atendiendo al niño, trabajando en mi actividad profesional. Y aquí hay una frase que me gusta mucho de San José María Escrivá de Balaguer, que a mí me ha dado muchísima luz a lo largo de mi vida, que dice haz lo que debes y estate en lo que hace.
¿Qué quiere decir esto? A ver, si ya hiciste tu plan, como muy bien lo dijiste, nena, y ya lo he planteado de una manera racional, clara, etcétera. Si ya lo tengo, bueno, estoy en esto, me meto a esto, ¿Por qué? Porque eso es lo que debo hacer en este momento, pero no voy a estar haciendo esto en este momento. Ay, mira, es que debería estar en esta otra cosa, debería estar acá. Bueno, si, deberías estar en eso, en esas otras cosas, bueno, pues hazlas. No, pero es que quiero hacerlo. Pero al mismo tiempo ahí nos estamos topando no con una bronca de tiempo, sino con una bronca de falta de prioridades, con una falta de claridad en cuanto a lo más difícil en la vida, que es a qué le voy a decir que no, a qué voy a renunciar.
[00:52:06] Speaker A: Muy bien, nos vamos a ir a un corte comercial. Fíjate eso de que nos estás platicando de que cuando el bebé está chiquito y que necesita, ahí podemos administrar más el tiempo, pero cuando tienes un adolescente, pues ya no. Pero entonces nos vamos a ir a un comercial y vamos a regresar en un momento, amigos, estamos en Cuento Contigo, regresamos a tu programa Cuento Contigo, amigos, y está con nosotros el doctor Mario Zavala, que nos viene a hablar de cómo administrar nuestro tiempo y nos habla de cosas muy interesantes, muy importantes, como el cariño, el amor, la prioridad, a qué le tengo que dar prioridades, a que todo eso es básico para que podamos nosotros organizar nuestro tiempo.
Pero hablábamos de cuando una mamá tiene un bebé, es mucho más fácil organizar el tiempo, porque dices, el niño le toca a las 12, me tardo una hora en que coma, en que repita, en que todo lo que tengo que hacer, en lo que lo cambio, tengo libre de 2 a 3, ahí me puedo poner a hacer la comida, etc. Pero cuando tienes los adolescentes, pues no, porque ahí es diferente, porque ellos cambian sus tiempos, sus horarios, entonces ahí la mamá o el papá se tiene que hacer más fácil esa administración del tiempo.
Entonces hablábamos, doctor, de que la mamá puede planificar por semana, que tiene que apagar su teléfono, tienes que apagar tu teléfono amiga o amigo, porque si no te vas a distraer y no vas a poder hacer tu planificación y vas a tener un espacio limpio y ordenado, porque si vas a querer estar arreglando las cosas en ese momento no vas a planificar nada, ¿Verdad? ¿Entonces ya estamos ahí sentadas, doctor, entonces vamos a planificar por semana, empezamos a poner actividades obligatorias, nuestra vida, proyectos personales, nuestro tiempo libre o cómo se hace eso?
[00:54:47] Speaker B: Tal cual como tú lo señalas, fíjate que no es tanto un tema de ciencia loca o de avances psicológicos, sino del muy claro sentido común de la importancia de las cosas.
Supongamos que yo vivo solo, ¿Verdad? Entonces, si yo estoy viviendo solo, ¿Cómo puedo sacarle el mayor provecho a mi tiempo?
La condición es que si yo estoy viviendo solo, pues voy a pensar que el tiempo es enteramente mío y claro, eso hace que yo me vuelva sobre mí mismo y a la hora de estar haciendo mi planeación de semana, ¿De qué me voy dando cuenta? Lo voy a llenar de las cosas que me gusta, ¿No? Entonces claro, tendré que ver los tiempos de trabajo, que esos son inevitables, ¿Verdad? ¿Que a lo mejor se duras distintas porque no necesariamente están en un horario fijo, sobre todo ahora que hay tanto nómada digital que trabaja para un país con un uso horario distinto al mío, pero bueno, está ello, pero luego qué? Ah bueno, entonces voy a dedicarme a pasear por acá y pasear por allá e irme por allá y con eso atenderme.
Cuando a lo mejor la pregunta que tendrías que hacerte, o por lo menos la que recomendamos nosotros a quien se hace este planteamiento de administración del tiempo, es ¿A quienes te debes, a quienes tendrías que ver o a quienes tendrías que atender? Oye, no, es que qué pereza, porque es que tampoco tengo que ir a ver a mi tía que está enferma de Alzheimer.
Qué pesado Bernard.
¿Pero que te deja a ti? ¿Qué dice de ti cuando dices no, no, no, yo quiero usar este tiempo para, insisto, embellecerme y me a una cama de bronceado en lugar de atender a esta persona? Entonces ¿Cómo vas acomodando estos horarios, como estas actividades viviendo solo? ¿Pues bueno, dándose cuenta por quién o para quién vives?
Y esa es una pregunta profundísima de ser humano. ¿Claro, como muy bien lo señalaste nena, si soy mamá o papá de familia, pues la pregunta concreta es a quién me debo? Y primeramente, ¿A quién me debo? Pues a mi pareja.
¿Qué tiempo estoy dejándole claramente exclusivo a mi pareja?
Digo, todo mundo sabemos que cuando está en el cortejo, claro, si quedamos y nos vemos a cenar y vamos a salir, etcétera, y comienza ya la vida en pareja. ¿Y cuántos dicen esto es un hastío? ¿Por qué? Porque han dejado perder el encanto de darle tiempo a la persona a la que amamos Y la emoción de hacer una cita, la emoción de salir.
Claro, porque. Porque ese tiempo entonces que le vamos, que deberíamos dedicar la atención al otro, lo llenamos de oye, es que dejaste la pasta de dientes tirada. Oye, es que no compramos tal. Oye, es que mis papás dicen que cuando nuevamente te estás dando dos horas para encontrarte con la persona que amas, ¿Qué vas a conversar? ¿Qué tienes que hacer? ¿Cómo vas a estar en lo que haces en ese momento?
Entonces, claro, el aprovechamiento del tiempo ciertamente tiene una parte estructural, que es cómo voy a compartamentalizar las horas que tiene el día qué se las voy a dedicar. Pero más profundamente aún, ¿Qué voy a llenar en esos tiempos, Claro, cuando estoy igualmente a hacer cosas a las que estoy obligado, como muy bien lo dijiste, pues hombre, habrá que hacer aseo, habrá que hacer comida, habrá que, insisto, hacer ejercicio, ¿Verdad? Desde luego, eso es importantísimo. La cuestión es, en ese mismo intervalo en el que estás haciendo eso, ¿Cómo puedes también llenarlo de sentido? Insisto, puedes aprovecharlo para meditar, puedes aprovecharlo para reflexionar. Mientras estamos preparando pechugas empanizadas, no es un buen momento para decir, a ver, este hijo mío que ya tiene 17 años y que por supuesto, lo último que quiere es que yo me aparezca en su vida, ¿Cuál es la mejor manera de acompañarlo? ¿Acompañar lo que supone tiempo?
Es estando ahí encima de él todo. Segundo, a lo mejor no, a lo mejor es meramente mostrando interés, a lo mejor es escuchándole. Y eso es una reflexión que puedo hacer mientras estoy empanizando el pollo o mientras estoy en mi traslado, mientras, a ver, mi papá que me desespera tanto a su edad con lo que habla, bueno, ¿No debería yo de ser un poco más caritativo a la hora de escucharlo y decirle Sí, sí, sí, claro, nuevamente, si nos quedamos en la parte estructural meramente de cómo metemos los slots, los espacios de tiempo, nos puede quedar, pues digamos así, cuadrados perfectos, pero la cuestión es que pueden ser perfectos, pero perfectamente vacíos?
Mientras no tengamos esa claridad de qué tengo que llenar esos intervalos, estoy absolutamente perdido. Y otra cuestión importantísima, darme cuenta de mis limitaciones. Nadie está obligado a lo imposible.
Y qué tristeza precisamente al día de hoy, en donde la relación familiar, sobre todo extendida, se ha roto, se ha perdido, en donde, claro, nos damos cuenta de que yo para poder cumplir con todas mis obligaciones no puedo solo, necesito ayuda.
Y claro, esa ayuda, pues si ya perdí vinculación con mis otros seres queridos, pues evidentemente la sobrecarga de actividades y de responsabilidades que voy a tener va a acabar por estrangularme, pero no necesariamente por el tiempo, sino ¿Por qué? Porque no tengo o no sé pedir ayuda. Y como no hay a quien pedir ayuda, pues entonces, insisto, acabo alejando o acabo cortando mi clara necesidad de ir a otros, qué es lo que la humildad me pide.
[01:01:40] Speaker A: ¿Ahora volvamos al papá o a la mamá, porque a mí me interesa esto mucho para la familia, entonces yo tengo que, me propongo planificar por semana, entonces yo tengo que poner primero cuáles son mis actividades obligatorias, o qué sería lo primero, doctor, y luego mi vida personal, o cómo sería eso?
[01:02:05] Speaker B: Yo creo que estas son de recordarás, nena, aquel refrán que decía ¿Cómo me como un elefante? Bueno, pues a pedacitos. ¿Entonces a veces decimos, no vamos a hacer el gran plan de toda la vida, no seamos tan soberbios, no? Esto que tú decías, nena, cada semana es elemental y a veces, porque no es cierro, casi casi, es de cada día.
Entonces, como bien lo dices, a ver, pues, ¿Cuáles son mis obligaciones cotidianas? Sí, sí, sí, ir al trabajo. Espérame, a lo mejor se te está olvidando que tu obligación cotidiana oye, hay que llevar a la criatura al colegio o tengo que estar en casa para cuando llegue mi pareja para recibirla, para que no quede sola. Eso es tanto más importante.
Y desde esa perspectiva decir, bueno, claro, yo sé que tengo estos espacios de tiempo ocupados por la cuestión laboral o profesional, ya sea que emprenda yo mi propio negocio o que trabaje para alguien. Bien, ahora, ¿Cuáles son los límites que le vas a poner a eso?
¿Insisto, a qué le vamos a decir que no? ¿A qué tenemos que decir tengo que renunciar?
Porque claro, como pensamos que no hay límite, como el tiempo no se acaba, entonces no le ponemos límite a lo que debería de tener un límite.
Evidentemente nos aterra esto, pues sí, porque, ay no, pues si yo le pongo límite al trabajo, entonces no me van a promover, etc. Pues la pregunta obvia con el dolor de la vida estarás en el mejor lugar para tu proyecto de vida, en un lugar donde te digan a ver si aquí no estás 12 o 14 horas, cuando en ese momento se te obliga a otras cosas, o a la mejor si, dedícale 12 o 14 horas, pero cuando ya sabes que tus hijos lo último que quieren hacer es verte.
¿De tal suerte que la palabra clave para la buena administración del tiempo, seamos profesionales, es a qué le voy a decir que no?
Y desde luego, porque hay otras cosas a las que les voy a decir que sí.
Pienso por ejemplo en aquellos, aquellos señores que gustan de irse por las mañanas y me voy a ir al golfing, voy a ir al club y ta, ta, ta, ta y eso es tremendamente importante porque la paso bien o tengo que ir a mi desayuno con tales amistades y demás.
¿Desde luego, a ver, eso es interesantísimo, pero realmente es la prioridad número uno o no estamos desatendiendo otras cosas por ver estas?
[01:04:54] Speaker A: Pues necesitamos pensar esto muy bien.
Te voy a hacer una pregunta para que la pienses.
Estamos hablando de no planificar, digo, perdón, de no sobre planificar.
Eso pienso yo que para una familia, para un padre, una madre, tanto en su trabajo como en su familia, pues es importante porque si no sobre planificamos, pues entonces no vamos a poder cumplir con nuestras metas en los tiempos adecuados, porque luego surgen cosas que tenemos que salirnos de lo que habíamos planificado.
Entonces platícanos, piénsalo y ahorita nos cuentas. Gracias doctor.
¿Qué pensaste doctor de no sobreplanificar un.
[01:06:28] Speaker B: Aspecto fundamental en la vida y sobre todo en una realidad que nos pega a todos en donde estemos, que es el constante cambio, que es la incertidumbre, Es esa flexibilidad, esa flexibilidad indispensable como atributo, como habilidad para poder saber acomodar las cosas?
Yo ahí te voy a ser muy franco, nena, yo admiro tremendamente a las mujeres en general y sobre todo a las madres de familia, porque hacen malabares ante la incertidumbre, oye que el niño se enfermó, oye que no se pudo hacer esta actividad, oye que faltó esto para hacer la tarea, tienen una capacidad verdaderamente de arte, de magia y de ingenieros, científicos y artistas para resolver las cosas, pero en esencia lo que tiene que ver es con esa capacidad de ser flexible.
¿Entonces, cuando estamos hablando de la planificación y yo creo que aquí podemos aprender mucho, mucho de lo que se recomiendan las empresas, me viene a la memoria el recuerdo muy grato, muy grato de un profesor mío, jefe mío también, que en su dinámica familiar él hacía planeación estratégica y entonces cada noviembre se reunía, bueno eran él y su mujer y decían a ver cuáles son nuestros objetivos estratégicos para este año y cómo nos vamos a alcanzar y cuáles van a ser las metas? Y recuerdo que su esposa enloquecía, a ver Mauricio, por amor de Dios, cómo que vamos a hacer ahorita se te ocurre que vamos a hacer una ruta crítica y vamos a ir definiendo las metas de todo lo que teníamos que hacer.
A lo mejor para algunos puede sonar muy exagerado, pero a él le servía de mucho porque con eso afinaba que su esposa y él estuvieran siempre en el mismo canal y sobre todo estar en el mismo canal, no necesariamente porque no iba a cambiar nada, sino precisamente estar en el mismo canal para las situaciones eventuales en donde bueno y ahora qué hacemos y cómo las enfrentamos y cómo tenemos que cambiar hijos que tenían veinte, veintidós años y que de pronto pues uno decía, oye, pues es que qué crees, ya no quiero seguir esta carrera y ahora voy a estudiarla fuera de la ciudad, o bien, oye, pues resulta que mi hermana enfermó y pues necesitamos traerla a la casa. Entonces claramente como dices, ese sobreplanificar sería absurdamente pensar que tengo el control sobre todo.
¿Entonces lo que sí debo tener muy claro es cuál es esa meta, cuál es ese objetivo, y si mi objetivo, oye, a ver, vamos a tratar de poner nuestro tiempo en función de poder atender mejor a quienes quedamos, bueno, eso cómo se va desagregando, tener tiempo para escuchar a mi hijo, tener tiempo para irnos de vacaciones, tener tiempo para platicar con la familia y también saber, oye, y si pasara algo extraordinario? Hoy en día las empresas hacen mucho lo que se llama escenarios, que es, a ver, bueno, y si la tasa de interés se dispara, oye, y si nos ponen ahora estos aranceles y entonces dibujan todas estas circunstancias precisamente para no tanto sobre planificar en abstractos, decir a ver, si pasa esto, pues podríamos hacer esto, si pasa esta otra cosa, pues pudiéramos hacer tal cual.
Recuerdo, y aquí lo digo con toda transparencia, recuerdo el caso de un amigo mío médico que de pronto, que en su vida familiar pues veía la razón de pareja que tenía su hijo y bueno, pues a lo mejor tenemos que estar preparados a que en una de esas, el año que entra, pues nos pudiera salir un nieto, ¿No? Como crece apenas y dicho y hecho, pues de pronto resulta que a los cuatro meses, ay, ¿Qué creen? Van a ser abuelos.
Qué maravilla lo teníamos en el panorama. Entonces, claro, esta capacidad de poder hacer frente y de reacomodarnos en estas situaciones, lo que acusa es que si tú quieres sujetarte rígidamente en la vida a una secuencia como si fuera claramente a tu control imposible, la vida es la vida y por lo tanto tenemos que estar abiertos a esas eventualidades, pero teniendo muy claro qué es lo importante.
[01:11:43] Speaker A: Claro, para poder distinguir entre lo urgente y lo importante, cuando te sales de después de que planificaste todo, hay cosas que te sacan de ese lugar, hay que saberse salir de eso.
¿Pero una de las cosas que yo considero importantes, no sé qué pienses doctor, es que la tecnología, por ejemplo, los padres o las madres, por ejemplo, en lugar de que te llamen y que te digan, tiene usted que venir a sacar su licencia, tiene que venir a pararse aquí tres horas, no vas a poder hacer la comida ni nada de eso, pues entonces usar la tecnología, aprender a usarla, saber meterme, buscar la página, cómo puedo hacer esa cita?
¿Qué tan importante eso es en este momento, porque ese tiempo que teníamos establecido para algo, pues voy a tener que ir a perderlo, dijéramos en una fila del banco o algo?
¿Qué nos puedes platicar tú respecto a que todos dejemos de ser analfabetos tecnológicos y nos metamos a estudiar para poder aprovechar nuestro tiempo? ¿Qué te parece qué nos puedes preguntar?
[01:12:57] Speaker B: Gran término, nena. Y desde luego reconocer que hay una novela que conocemos de Dickens que se llama Historia de dos ciudades, que comienza, era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos. Yo creo firmemente que con la tecnología nos pasa lo mismo. Estamos en un tiempo maravilloso, maravilloso, en el cual la tecnología nos da una serie de beneficios extraordinarios. Yo veo la Crock pot que utiliza mi señora para cocinar y bueno, se va y la deja puesta y cuando llegamos está lo que ella hubiera preparado perfectamente listo, porque se programa y se acabó, para el tema de poder hacer los propios, la proveeduría, el poder pedirla a domicilio, el poder hacer el cargo a la tarjeta. Es decir, hay una serie de herramientas que la tecnología al día de hoy, que las plataformas nos permiten, que son extraordinarias, ya no digamos a nivel escolar, yo estoy impresionado como en la universidad de mi hijo, yo puedo entrar a la plataforma y puedo consultar inmediatamente su récord de asistencia, puedo consultar sus calificaciones, puedo hallar inmediatamente su desempeño, antes era imposible hacerlo. Entonces, esas bendiciones tecnológicas que nos ayudan a tener una mayor capacidad de respuesta son extraordinarias. Ahora bien, por supuesto que también está el ángulo contrario, pero que siempre lo ha estado.
Cuando perfectamente pudiéramos pensar, hace tiempo encerraba a mis hermanas con un radio de transistores, o se encerraban con el teléfono, ya sabes, teléfono, aquí noto mi edad, por supuesto, el teléfono de disco, y ahora pues se encierran con lo mismo y es más, ahora más complicado porque se meten a sus redes y no tenemos ni idea de lo que están diciendo de ellos en las redes sociales, no tenemos ni idea si están siendo víctimas de acoso cibernético o cosas por el estilo.
Entonces, me parece que en la medida en que entendemos que la tecnología es parte integral de nuestra vida, podemos tener una mucho mejor comprensión de lo que está sucediendo en nuestra realidad y por lo tanto utilizar, utilizar mejor ese tiempo en el sentido de decir, a ver, ¿Cómo construyo confianza con mi hijo, con mi hija, para que si está en una situación de acoso cibernético, yo pueda intervenir y pueda apoyarla?
Cómo puedo hacer también precisamente para entender que si está viviendo un tema en el cual hace más daño que yo intervenga, saber respetar esa distancia y no ser padre helicóptero de esos que están en la escuela corrigiendo al profesor porque oye, cómo que a mi niño le dieron de tomar ensalada de zanahoria que no le gusta.
Entonces, este aprovechamiento de la tecnología es elemental y es fundamental y afortunadamente es cada vez más intuitivo. Entonces es un espacio, es una herramienta fabulosa y es una ocasión privilegiada para que sobre todo con las nuevas generaciones, nos podemos acercar con ellos y decir oye, a ver, ¿Y esto cómo funciona? ¿Y esto cómo se le hace? Pero evidentemente si no hay una base de confianza, si no hay una base de cariño, si no hay una base de entendimiento, pues es esto, no hay medio que sirva. ¿Por qué? Porque la base está descompuesta. De inicio.
[01:16:59] Speaker A: O sea, nosotros vamos a planificar nuestro tiempo en nuestra empresa, en nuestra familia, vamos a abrirnos a ser flexibles cuando las cosas cambian, vamos a aprender tecnología, las abuelitas pues también, ni modo, hay que buscarle para aprender algo, porque si te dejan a ti a los niños y de repente te dicen que tienes que ir al colegio a revisar calificaciones, pero si tú ya puedes meterte a la página del colegio, etcétera, todo eso está muy bien, pero ¿Qué pasa cuando nosotros planificamos y no cumplimos?
Y yo hice mi planificación con toda la familia, todos estaban presentes y vamos a hacer esto y esto y no cumplimos.
¿Qué sucede con eso doctor?
[01:17:46] Speaker B: ¿Yo lo traslado inmediatamente a la empresa y no es raro encontrarte en la organización que de pronto oye, tenemos el plan estratégico y qué crees?
No se cumplió.
La pregunta realmente es bueno, ¿Cuando te diste cuenta? Cuando ya se había regado el agua, cuando ya sabía, ¿Cuando diste cuenta que hay no, pues ya no llegué o fuiste dándole un seguimiento adecuado? ¿Nuevamente como familia, mi tiempo como lo voy a usar?
Tengo que darme cuenta. Vuelvo a mi recomendación, por ejemplo, de inicio como pareja nos estamos dando tiempo para cada semana tener ese momento en el cual podamos encontrarnos, conversar, etcétera. ¿Por qué? Pues porque nos dejamos llevar por esto, porque salió otra cosa, algunos son mucho más radicales porque en realidad lo que pasa es que no quisiste, no quisiste dedicarle tiempo.
Entonces nuevamente la pregunta esencial a nosotros es ¿Queremos o no queremos?
¿Sin dejarlo un voluntarismo vacío, pero queremos o no queremos?
[01:18:59] Speaker A: Eso es lo que tenemos que preguntarnos, ¿Queremos realmente cumplir o no queremos? ¿Porque si no queremos, pues entonces para qué me estoy haciendo tontita, verdad? Entonces pues nos vamos a ir a un corte comercial amigos y vamos a regresar en un momento, estamos en Cuento Contigo con el Doctor Mario Zavala y estamos hablando de cómo podemos o el arte de administrar el tiempo.
¿Regresamos en un momento, regresamos a tu programa Cuento Contigo amigos y está con nosotros el Doctor Mario Zavala que nos viene a platicar de cómo podemos administrar de la mejor manera el tiempo en nuestra vida aquí en este lugar donde el tiempo va en una línea que no cambia verdad? Es una línea. Muy bien, pues entonces fíjense amigos, yo le quiero preguntar al doctor si hay alguien que sea multitasking, es decir, alguien que haga su tarea y que sea multitarea, ese ser multitasking, ese enemigo de la buena gestión del tiempo.
[01:20:48] Speaker B: Nuevamente yo pensaría como cuando lo vemos en la empresa, yo diría depende, depende de si en ese multitasking está sacándole jugo al tiempo a su mínima expresión o más bien pues lo que pasa es que no acaba de hacer una tarea bien sino hacemos 4 o 5 haya media.
Vuelvo a lo que comentaba hace unos minutos de mi gran admiración sobre por, yo recuerdo concretamente pues vaya a mi madre cómo pues era capaz, insisto, de al tiempo que atendía una cosa y no nos dejaba checar en otra, eso era verdadero multitasking, esa visión de 360 grados que tienen luego las mamás, las mujeres que por eso son infinitamente superiores a los hombres.
Pero el multitasking entendido como lo vemos el día de hoy en ciertos lugares, me parece que puede resultar tremendamente engañoso, es decir, ese multitasking en donde dicen oye pues estoy trabajando desde casa y te voy a mandar a trabajar desde casa para que cuides a tu familia, la realidad es que bueno, estoy metido en hacer el reporte, en estar haciendo el documento que me pediste o estoy en esta junta con tantos clientes que me mandaste y que realmente pues eso de que estoy aquí en la casa para atender a otra persona para un mejor balance de mi tiempo de vida y de mi tiempo de trabajo, pues no es tan así ¿Verdad?
Lo que me parece que es mucho más recomendable es como herramienta muy básica que comentábamos, el tema del horario, es saber, y voy a decir una cosa, insisto, muy de tontería, pero que es vital, a qué horas te levantas y qué haces al levantar.
Claro, muchos dirían, no pues es que yo me levanto desde las cinco de la mañana o las cuatro y media porque voy a hacer ejercicio, etcétera, tal, tal, tal.
Todas esas cuestiones muy encomiables. Desde luego, la cuestión es, ¿Esa hora a la que te estás levantando.
[01:23:16] Speaker A: Es.
[01:23:16] Speaker B: Para llenarla de cosas o es precisamente para poder darle más tiempo a lo que necesitas meterle?
Porque si resulta que te estás levantando más temprano o te estás acostando más tarde para llenarte de más cosas en lugar de estar en lo que debes, pues desde luego esto resulta acabar siendo completamente contraproducente. Y es lo que pasa a veces con esto del multitasking, que sí ya me levanto desde las 4, entonces perfecto, ya puedo tomar llamadas desde las 7 mientras estoy aseándome para bajar a desayunar o lo que sea. Es decir, yo mismo me voy llenando de cosas.
¿Y por lo tanto, el multitasking también nos refleja un poco lo que insisto, la técnica o el criterio fundamental de administración del tiempo, que es a qué le voy a decir que no?
Porque nuevamente, el tema es que lo queremos todo y lo queremos hacer todo como si no hubiera límite de hora y también de aguante, de capacidad, de concentración mental, de atención, de poder darle su justa medida a las cosas. ¿Entonces, como técnica de administración del tiempo, yo sí me pregunto, y te invito, vaya a la comunidad de Cuento Contigo, preguntarnos a qué le estoy diciendo que no?
¿Realmente le estoy diciendo que no a algo importante o se lo estoy diciendo algo accesorio? ¿Le estoy diciendo que sí y estoy metiendo en mi horario atrabancadamente algo que no debería por quedar bien porque a mí me resulta interesante y demás?
¿Estoy dándome cuenta claramente de los distractores o descarriladores de tiempo, lo que mencionabas tú del teléfono, por no mencionar algunas otras cosas, o claramente el estar con la mente perdida en otras cosas, o por ejemplo, esta cuestión de que tengo un tiempo límite pero no quiero hacerlo y entonces me hago a la mente ideas de que, ay, sí, lo puedo hacer después o lo saco para más tarde, lo que hablábamos de la procrastinación? Entonces, entender este tipo de elementos y saber cuáles son esos disparadores son precisamente las preguntas esenciales que nos tenemos que hacer para poder luego entonces estructuralmente armar nuestro plan con la flexibilidad que se requiera.
Pero esto requiere, insisto, muchísima honestidad de nuestra parte.
Lo que quiero es estar como metido en 25 cosas para no concentrarme en aquello que verdaderamente es importante, porque no quiero concentrarme en ello porque me angustia.
Lo dejaría yo a nivel como pregunta.
[01:26:14] Speaker A: Muy bien, pues entonces estamos trabajando con cosas muy, muy interesantes.
¿Pero tú crees, doctor, que es posible vivir ahora, en el tiempo en el que nos encontramos, con un ritmo más pausado y consciente en una sociedad que nos está empujando a la rapidez constante?
[01:26:43] Speaker B: Yo agregaría ahí, no nos empuja solo a la rapidez, sino Nena, yo lo agregaría a la impaciencia.
Y eso de empujarnos a la impaciencia tiene costos terribles.
Una de las grandes conversaciones que se tienen hoy a nivel de educación de hijos, oye, estamos dejando que los niños sean niños o lo que estamos haciendo es que, a ver, que vivan lo menor de infancia y que sean así como pequeños adultos muy cínicos, mucho más brillantes que sus padres, mucho más capaces, mucho más realistas, como aparte los medios de comunicación luego tramposamente nos quieren aparentar este tema de paciencia, de ya, entrégame los resultados del trabajo hoy, cuando, a ver, cultivar a un cliente, ¿De verdad crees que se consigue en una comida desde media hora? Cultivar un cliente cuando los procesos que te llevan son muchísimo más. ¿Por qué? Porque estás generando confianza.
Quienes se ven más empujados a esta prisa son quienes más fácilmente se rompen, quienes ceden a esta impaciencia son quienes acaban insatisfechos por cualquier cosa.
Y al estar en este estado de insatisfacción y fragilidad, ¿Qué es lo que acaba pasando?
Que acabamos quedando sin vacíos, digámoslo así, para poder apreciar lo realmente importante, porque estábamos corriendo tan deprisa que no vimos el panorama.
En el fondo, la pregunta, y lo decía Nena hace un momento cuando hablábamos de que es que se trata de querer, bueno, nuevamente, se trata de tener señorío sobre la vida, que eso no necesariamente quiere ser. Soy dueño de mi propio negocio, soy el propietario.
Pero si es lo que decía Nelson Mandela cuando recordaba este poema Invictus, soy el amo de mi destino, soy el amo de mi alma.
Si no nos la creemos, entonces las fuerzas en el mundo que tratan de convertirnos en objeto, en recursos, habrán triunfado en la medida en que seamos conscientes de que precisamente yo soy bueno y vivir, y por tanto puedo ir construyendo en esas cosas pequeñas que llamaríamos media hora, tres cuartos de hora, una hora, lo que voy a poner mi atención para sacar adelante en términos del proyecto que tengo que sacar, del voluntariado que tengo que hacer, del tiempo que tengo que dedicar a este pariente enfermo de la pintura que quiero hacer para expresarme.
Entonces sí que empezaremos a darnos cuenta de que no es la prisa y la impaciencia la que determina nuestro uso del tiempo, sino que somos nosotros los que decidimos en entera libertad si queremos o no queremos ser amos de nuestro tiempo.
[01:30:26] Speaker A: Claro, todo eso es de vital importancia, ¿Verdad?
¿Pero entonces nosotros podemos realmente ganarle tiempo a la vida o la verdadera maestría está en aprender a vivirlo con presencia y sentido?
Te tengo que hacer esta pregunta, la piensas y ahorita me la contestas.
Pues ¿Qué pensaste? Pero primero tenemos que saber que estamos en el último bloque, doctor, esto se nos fue muy rápido y este bloque va a ser un poquito más corto porque tú te tienes que ir, pero nos gustaría que contestaras esto rápido.
Bueno, como tú puedas, pero lo más rápido que se pueda. ¿Podemos realmente ganarle tiempo a la vida o la verdadera maestría está en aprender a vivir el tiempo con presencia y sentir?
[01:31:58] Speaker B: Me parece, nena, que haces un planteamiento sumamente de gran sabiduría.
Hay una expresión en latín que es ampliamente conocida, carpe diem, es decir, aprovecha el día o vive el día al día de hoy.
Creo que está muy extendida esta idea.
Hay que vivir el minuto, hay que vivir cada instante.
Yo recuerdo una película que yo vi hace muchos años, porque me impresionó mucho, se llamaba Sorbe, el griego, y en esta película Anthony Quinn, el actor, tenía un parlamento muy interesante que decía ¿Cuál es tu secreto? Le preguntaba a un inglés muy duro consigo mismo, el coprotagonista de la película, ¿Por qué eres capaz de vivir esta vida con esa libertad con la que vives? Y él decía, mira, es que la gente vive como si nunca fuera a morirse.
Y Sorba contesta, yo vivo como si me fuera a morir en cualquier momento.
Cuando nosotros nos damos cuenta, decía Martin Heidegger, de que somos seres para la muerte, y no quiero sonar horribles, me refiero a seres para la muerte', quiere decir que somos seres finitos, que por lo tanto entonces vamos a tener un espacio y tiempo delimitado en la medida en que lo dijiste claramente cuando hablas del sentido, en que vivamos cada uno de esos espacios que se nos van dando porque lo planeamos o porque nos salió una cuestión inesperada, pero que lo vivamos intensamente y que lo llevamos con optimismo, así sea la peor de las desgracias.
Eso hace que nuestra forma de ver el tiempo sea claramente como un medio y no como un fin en sí mismo. El tiempo es un medio, el espacio es un medio, los seres humanos somos fin. Por eso al ser un medio, lo que tengo que aprender es administrar ese tiempo como medio. ¿Y aprender a administrar ese tiempo como medio no solo es todas estas técnicas de a ver qué voy a hacer ahora en mi horario, qué toca hacer este día, qué tocar hacer dentro de tres años, cómo voy a llegar a este objetivo invirtiéndole tantas horas, sino sobre todo cuando me toque ese momento final, cómo me quiero ver?
Y decía algún poeta sudamericano, pues a lo mejor con la ropa hecha pedazos, pero con las manos llenas de nombres.
Entonces llenar el tiempo de sentido es llenar el tiempo de seres a los que pudimos amar en primer lugar a nuestra con quien compartimos nuestro proyecto de vida, con nuestros seres queridos, con nuestras amistades y desde luego, teniendo claramente de que tengas la fe que tengas, hombre, siempre pensar que pudiste usar este tiempo para hacerle la vida más feliz a otros.
Creo que ese es el mejor objetivo que puede haber.
[01:35:32] Speaker A: Muy bien, pues entonces nos vamos a despedir del doctor porque estamos muy interesados, pero él tiene otra conferencia ahorita. Doctor Mario Zavala, muchísimas gracias por haber estado en Cuento Contigo. Pues yo les voy a decir una cosa, amigos, nosotros no somos finitos, los cuerpos sí, pero nosotros somos eternos. Entonces ahí difiero un poquito con lo que nos dijo el doctor, pero todo lo que dijo estuvo muy padre para toda la familia. Muy bien amigos, pues muchísimas gracias por estar aquí, estar en este espacio con nosotros y a toda la comunidad Cuento Contigo, muchísimas gracias por permitirnos entrar a su mente y a su corazón. Gracias doctor, y esperamos a toda la comunidad Cuento Contigo próximo domingo. Muchísimas, muchísimas gracias y que te vaya muy bien en tu conferencia.