Cuento Contigo (Aired 05-18-25) Sanar para vivir con propósito: amor propio, espiritualidad y legado

May 18, 2025 01:39:46
Cuento Contigo (Aired 05-18-25) Sanar para vivir con propósito: amor propio, espiritualidad y legado
Cuento Contigo (Audio)
Cuento Contigo (Aired 05-18-25) Sanar para vivir con propósito: amor propio, espiritualidad y legado

May 18 2025 | 01:39:46

/

Show Notes

Rompe con el miedo, sana tu historia y conéctate con un propósito real. Álvaro Baturone te guía en un viaje de transformación, amor propio y despertar espiritual.

View Full Transcript

Episode Transcript

[00:00:31] Speaker A: Muy buenos días amigos, pues estamos en tu programa Cuento Contigo. Yo soy la señora Nena Torres, le damos un saludo muy grande a la familia Cuento Contigo. Muchísimas gracias por estar con nosotros como todos los domingos. ¿Pues hoy tenemos, fíjense bien, a un invitado muy interesante, fíjense, él ya ha estado con nosotros alguna otra vez, pero necesitamos que Álvaro, cómo se pronuncia tu apellido? [00:01:03] Speaker B: Álvaro Baturone. [00:01:07] Speaker A: Tal cual, baturón. Álvaro Baturón está con nosotros el día de hoy y nos va a hacer el favor de presentarse amigos, para que lo recuerden. ¿Quién es Álvaro Baturon? [00:01:22] Speaker B: Hola, encantado de estar de nuevo en el programa, nena, muchas gracias por tu cálida acogida. Yo básicamente soy alguien que lleva años trabajando en la psicoterapia, tres décadas aproximadamente, vinculado a procesos de desarrollo personal, de sanación del trauma. También trabajo con empresas, instituciones, en ámbitos de formación y en estrecha colaboración con el equipo de Iñaki Piñuel, con Iñaki que es además amigo mío y trabajando tanto a nivel individual como de grupos, ayudar a las personas a conectar con su interior, tratando de ayudarles a liberarse de aquello que nos impide ser nosotros mismos en esa mejor versión nuestra, que es muchas veces la carga traumática que vamos arrastrando. Básicamente eso es lo que hago. [00:02:19] Speaker A: Muchas gracias por estar aquí. Álvaro, nos sentimos muy, muy contentos de que vuelvas otra vez a este programa. Platícanos en dónde estás ahorita. [00:02:30] Speaker B: Ahora me encuentro en Madrid, en mi despacho, donde suelo trabajar y es desde aquí desde donde me conecto con vosotros y en general con todo el mundo. Tengo muchos vínculos México y tengo unos cuantos pacientes por allá, con lo cual es un país muy cercano y muy afectuoso y querido para mí. [00:02:51] Speaker A: Pues muchas gracias Álvaro, para nosotros es un honor que estés aquí nuevamente. Entonces, fíjense amigos, les voy a dar una idea de lo que vamos a platicar hoy. Vamos a hablar amigos, toda la comunidad póngase lista de qué tema es el que tenemos el día de hoy. Hoy vamos a hablar de un tema que parece sencillo, pero que está lleno de el amor a uno mismo. ¿En el mundo se habla mucho del quiérete, acéptate, ponte en primer lugar, pero qué tipo de amor estamos practicando cuando hacemos eso? ¿El amor verdadero o solamente una emoción pasajera, atada a las circunstancias, atada al ego? Pero fíjense amigos, bueno, eso es lo que yo pienso y de la que estoy segura que hay un amor que no cambia, que no se debilita con el tiempo, que no depende de los éxitos ni de los fracasos. Ese es el amor real, el que nace en la conexión con lo eterno y con lo divino. Y ese amor amigos, pues ya sabemos, está dentro de nosotros, pero hoy con Álvaro vamos a distinguir claramente entre ese amor eterno, verdadero y las formas temporales, emocionales o incluso egoístas del amor a uno mismo. En este programa, Álvaro, no sé qué pensarás tú, pero yo así lo puse, vamos a hablar de respeto, de autoaceptación, de sanación interior y de cómo nuestras relaciones externas reflejan nuestra relación interna. Porque al final, pienso yo, amarse de verdad no es un acto de vanidad, es un acto de humildad, de conciencia y de unión con lo que realmente somos. Entonces, amigos, para eso está el día de hoy Álvaro Baturone, que se encuentra en Madrid. Qué ganas de estar en ese lugar, Álvaro. Qué ganas. Qué ganas de estar allá en ese lugar tan hermoso. A mí por lo pronto me encanta Madrid, me encanta. Es algo que es una ciudad para mí hermosísima, me imagino que para muchísima gente. Entonces, vamos a empezar con esta pregunta para Álvaro, amigos. Entonces ustedes tienen que saber cuál es la diferencia entre el amor propio y el egoísmo disfrazado de amor propio. [00:05:46] Speaker B: Muy bien, nena. Claro que hay confusión acerca de ese término, porque muchas veces está disfrazado bajo las formas del ego ese amor a uno mismo, y se suele confundir con una especie de egoísmo en donde uno debe de situarse en primer lugar. Y lo escuchamos muy a menudo. Y además es rigurosamente cierto eso de colocarse en primer lugar, pero hay que ver desde qué lugar nos conocemos, colocamos en ese primer lugar, porque pueden ser formas distorsionadas, formas incluso defensivas de tratar de mostrar o de tratar de sostener una imagen que muchas veces puede estar relacionada con una débil, muy débil representación de uno mismo, queriendo justamente proponer lo contrario, queriendo hacer ver o hacer valer que uno sí se tiene en una alta estima. ¿Muchas veces las personas que no tienen la capacidad o que no han sabido desarrollarlo por diferentes circunstancias, y no es cuestión tampoco de señalarles con el dedo de la culpa, verdad? Sino que muchas veces es muy complicado el acceder a ese amor sano, verdadero, auténtico hacia uno mismo, porque tenemos diferentes vicisitudes en la vida, cargas traumáticas, conflictos relacionales, que hacen que uno vaya desarrollando como puede esa mirada interior hacia uno mismo. Creo que no debemos olvidar que ese proceso de construcción de la identidad viene desde la temprana infancia, por supuesto, cuando venimos a este mundo y en estrecha relación con lo que vivimos en la familia de origen, lo que nuestros papás, nuestra mamá, nuestros familiares nos van ofreciendo en términos relacionales, y desde ahí vamos conformándonos una imagen gracias a las neuronas espejo, y vamos asimilando muy directamente aquellas atribuciones que recibimos del entorno. Entonces, claro, de una manera muy simple, si yo recibo determinadas atribuciones que son positivas, integradas, que hablan del valor que puedo tener, voy a construir una identidad basada en ese reflejo que el entorno cercano me provee. ¿Si por el contrario, lo que recibo son sanciones, juicios, críticas, humillaciones, desprecios, pues es muy difícil que uno pueda construir una autoimagen de sí mismo sana, verdad? Ese es el proceso en el cual entre lo blanco y lo negro, vamos a decir, puede haber muchos grises que nos llevan a ir construyendo como podemos una cierta identidad. Pero claro que sí que hay una diferencia muy importante entre ese verdadero amor a uno mismo, que creo personalmente que se consigue con el paso del tiempo, con años y con un trabajo personal, que con un cierto amor egoísta hacia uno mismo o una forma de hedonismo o de narcisismo incluso. [00:08:54] Speaker A: ¿Esto es muy interesante, pero cómo podemos distinguir ese amor que practica el mundo, ese amor que practica el mundo que depende de la aprobación, de la aprobación externa, del reconocimiento, de todo eso que nosotros buscamos? Porque aunque tengamos una una infancia más o menos tranquila, más o menos donde te tratan bien, donde más o menos vas, ahí siempre estamos buscando nosotros, ya por naturaleza humana, eso pienso yo, el reconocimiento, la aprobación, el deseo que todos me vean, que digan que yo valgo. ¿Y entonces, cómo podemos distinguir ese amor que practica el mundo, que depende de eso, de la aprobación y de la necesidad de reconocimiento, del amor que nace de una conexión profunda con lo eterno, con lo que realmente existe en nosotros? [00:09:59] Speaker B: En tu pregunta creo que está la respuesta, nena, puesto que justamente ese amor auténtico, verdadero y profundo hacia uno mismo es más una conquista que algo que uno puede recibir directamente. Claro que hay un proceso de construcción, como estábamos comentando, pero esto que, como dices, el mundo va ofreciendo, que tiene que ver con el reconocimiento, la validación, la aceptación, que sí, por supuesto, todos vamos buscando porque somos seres humanos y el ser humano no hay que olvidar que es el ser más social que existe. No podemos literalmente desarrollarnos, ni siquiera desarrollar las capacidades superiores de pensamiento como la simbolización y el lenguaje, si no estamos en un entorno relacional. Ese entorno relacional 1, entorno relacional sano, es el que nos va a permitir en un momento determinado desarrollar una autoimagen que pueda ser positiva. Y el conectar con ese sentido de trascendencia implica un trabajo que vamos a necesitar hacer en términos vitales para disociarnos de esa búsqueda de reconocimiento. ¿Hay veces que es una necesidad y es muy difícil cuando uno vive bajo la tensión de necesitar ese reconocimiento, es muy difícil, ya? Punto número uno, identificarlo. Muchas veces nos resulta muy complicado identificar que actuamos en función y en base al reconocimiento y a la validación de otras personas, porque parece que es lo natural, y hoy día más, tal vez con todo lo que la presencia en las redes sociales, cómo estamos pendientes de que nos den like, de que si me gusta o no me gusta determinada publicación, o incluso sin tener esa vocación de alcance hacia los demás. Pero en el trato diario, en el trato cotidiano, familiar, social, parece que si uno se granjea con la aceptación de los demás, entonces es alguien que tiene un cierto valor. Pero deberíamos de aprender a disociar nuestro valor intrínseco del valor que los demás nos dan. [00:12:19] Speaker A: Exactamente. Ahora te voy a hacer una pregunta, Álvaro, piénsala muy bien, no me la contestes todavía, la vas a pensar muy bien. ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo tratarnos con respeto nosotros mismos, una compasión? ¿Por qué? ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo? Piénsalo muy bien y ahorita me platicas por qué hacemos eso los seres humanos. [00:12:49] Speaker B: Perfecto. [00:13:20] Speaker A: ¿Qué pensaste Álvaro? ¿Platícanos por qué nos cuesta tanto trabajo? ¿Por qué nos cuesta tanto tratarnos con respeto? [00:13:31] Speaker B: Yo creo, en mi opinión, que está vinculado con lo que uno vivió en la infancia, puesto que el aprendizaje acerca de uno mismo nos viene dado por las experiencias que hemos vivido en la infancia y por lo tanto, si a uno lo trataron con respeto, es mucho más fácil que uno provea, desarrolle, construya una imagen valorizada de uno mismo y por lo tanto, tratarnos con respeto va a ser algo más fácil de hacer, mucho más a mano, que cuando hemos tenido experiencias que han podido precisamente ofrecernos lo contrario. Es decir, cuando uno vive determinado tipo de experiencias traumáticas, relacionales, uno no tiene la capacidad de poder tener una visión integrada de uno mismo. Si uno nace y se desarrolla en un entorno en donde le dicen que eres torpe, que eres alguien inadecuado, insuficiente, incapaz, pues uno desarrolla esa autoimagen acerca de sí mismo y por lo tanto va a ser muy difícil que construya una imagen valorizada y respetuosa de sí mismo. Esto se desarrolla durante el paso del tiempo y es verdad que hay personas más resilientes y personas menos resilientes, personas que son más afectadas y otras que parece que no lo están y que pueden desarrollar un concepto de sí mismos más elaborado. Esto dependería también de algunos factores más innatos de la persona que tienen que ver con la propia capacidad para estar en uno mismo. Yo lo conecto igualmente y eso nos llevará probablemente también a desarrollar un poco más este tema con un sentido de contemplación, un sentido de un silencio interior que uno es capaz de hacer cuando es capaz de hacerlo. Pero para eso necesitamos ser capaces de anular a veces ese ruido mental en el que vivimos y que nos impide conectar con una esencia mucho más serena, mucho más sana, mucho más trascendente, pero es difícil cuando tenemos ruido mental, es difícil cuando tenemos experiencias traumáticas, experiencias relacionales que nos han dañado y que por lo tanto no nos han permitido construir una imagen valorizada de uno mismo. [00:15:42] Speaker A: ¿Ahora, fíjate, ahora que hablas de ese ruido mental, por qué permitimos ese autoataque constante en nuestro diálogo interno? ¿Por qué permitimos eso? ¿Por qué no buscamos maneras de acallar eso, irnos al silencio? ¿No sé, tú sabes de eso, pero nosotros, hablando tú del ruido interno, por qué permitimos ese constante ataque en nuestro diálogo interno? [00:16:11] Speaker B: Creo que estamos en una sociedad que privilegia mucho ese ruido interno, nena. Es muy difícil que alguien pueda estar unas horas solo sentado en una silla sin hacer nada y sin redes sociales. Esto lo decía, y yo lo descubrí cuando era apenas un adolescente, en un autor que me gustó mucho, Blaise Pascal, un filósofo, teólogo, físico del siglo 17 en Francia, que decía que todos los males del hombre vienen de una sola de no saber permanecer sentado en una silla sin hacer nada. Qué bueno y qué vigente es eso hoy día. Porque efectivamente tenemos muy poca capacidad y si uno no está permanentemente conectado parece que no está vivo. ¿Entonces, la razón última del por qué es así, bueno, por una parte la sociedad nos lleva a ello, por otra parte cada uno tiene un carácter que puede hacer más o menos fácil, más o menos difícil el acallar ese ruido interno y el ser capaz de empezar a procesarlo y a preguntarse qué me pasa a mí? ¿Por qué necesito tanto ruido? ¿Por qué ese ruido además me distrae y me lleva de un lado a otro? Y tal vez encontramos que algunas personas se complacen de cierta manera en ese ruido interno porque les evita centrarse en algo que puede ser doloroso, que es profundizar en mi experiencia. No estamos tan acostumbrados a eso. Sí que hay personas que lo logran, sí que hay personas que están muy interesadas en ese camino interno a través de la meditación, que hoy día además se habla mucho en ello y está bastante de moda, la meditación, el silencio interior, la oración conecta con una dimensión trascendente. ¿Pero qué difícil es acallar ese ruido interno, verdad? ¿Muchas veces, incluso cuando uno está en un entorno sereno, en un entorno, digamos, sin la presión diaria o las obligaciones o el estrés y es capaz de sacar algo de tiempo en un fin de semana o levantándose temprano, muchas personas hacen eso y es un buen hábito cultivarlo, levantarse temprano para estar un rato sin hacer nada, no? Para empezar de una manera trepidante la actividad, pues ahí podemos encontrar una puerta de entrada a ese silencio interior. [00:18:31] Speaker A: Muy bien, muy bien. ¿Ese autor tuyo, el autor este que nos dice Balzac se llama, verdad? [00:18:39] Speaker B: Blaise Pascal, escrito Blaise Pascal. [00:18:44] Speaker A: Él dice pues ponte en un lugar en el que no hagas nada, simplemente, simplemente hay que ser nada más. Deja que tu realidad aflore, que tu realidad, lo que eres verdaderamente, aflore y sueltas todo el ruido. Pero pues para eso tenemos que empezar a practicar, amigos, tenemos que empezar a hacer momentos de silencio, como decías, tú puedes meditar. Todo eso nos va a llevar hacia una dimensión diferente, porque somos seres multidimensionales. ¿Entonces, fíjate, me gustaría que me el desprecio hacia uno mismo influye en nuestras relaciones con los demás? [00:19:36] Speaker B: Claro que sí, cómo no, nena. ¿El desprecio hacia uno mismo, que puede venir por diferentes causas y posiblemente uno no escoge despreciarse, verdad? Uno llega a una forma de autodesprecio porque se convence de que tiene una identidad rota, inadecuada, de algún modo distorsionada. Obviamente va a afectar la relación con los demás, puesto que me voy a relacionar desde un yo inadecuado hacia otra persona que automáticamente voy a percibir como más adecuada que yo. Eso va a favorecer vínculos a veces de sometimiento, sometimiento a lo que no nos conviene, porque si por ahí damos con alguien que pueda reflejarnos compasión, escucha, atención, acompañamiento, pues qué bueno, porque nos va a permitir ponernos un poco en la vía y en la onda del autoconocimiento. Pero si damos con personas que en el entorno no nos están proveyendo, no nos están dando ese reflejo más positivo de uno mismo, pues uno va a permanecer de entrada, por defecto, con una versión muy infravalorada de uno mismo y por lo tanto, en el trato con los demás se va a relacionar desde esa versión tan infravalorada, lo cual va a favorecer incluso vínculos tóxicos, puesto que fácilmente voy a ser presa de personas que querrán manipularme, querrán llevarme hacia algún terreno en donde tal vez les interesa más a ellos que a mí. Por eso es extraordinariamente importante desarrollar esa autoestima y esa identidad valorada de uno mismo. ¿Eso es producto de un trabajo personal, creo yo, porque no viene dado en la vida normalmente, porque quien no tiene experiencias que son desestabilizantes, quién no ha sufrido alguna vez en su vida? No lo elegimos y a lo mejor tampoco tenemos una familia disfuncional de origen, pero tarde o temprano, tarde o temprano la vida nos va a dar algún tipo de embate, algún tipo de crisis, algún tipo de situación difícil de llevar adelante. Entonces, importantísimo poder tener una visión mucho más integrada, mucho más valorada de uno mismo, para que desde ahí podamos hacer frente, a veces hacer frente a personas que tratan de manipularnos y otras veces simplemente relacionarnos positivamente con el entorno. Pero claro, con una identidad desvalorizada, eso es tremendamente difícil. [00:22:10] Speaker A: Entonces hablaste de algo que a mí me interesó a la hora que dijiste hacemos comparaciones, nos comparamos, él es mejor, yo soy peor, o yo soy mejor, él es peor. Estamos haciendo siempre ese tipo de comparaciones. La comparación constante con los demás nos habla de nuestra propia relación, de la relación que tenemos con nosotros mismos, de nuestra relación interna. [00:22:39] Speaker B: Si la comparación habla de nosotros, sí, siempre, claro, estamos hablando de nosotros mismos en cuanto que somos el referente para evaluar y para ver el mundo que nos rodea. No podemos hacerlo de otro modo, de hecho, porque nuestro punto de vista, nuestra observación del mundo es desde nuestro interior y desde el concepto, los paradigmas que hemos ido desarrollando, nuestro propio conocimiento, pero también lo que percibimos de los demás. Y como tú decías, si partimos de una identidad rota o de una identidad desvalorizada, la comparación siempre va a salir negativa hacia nosotros mismos. Muy fácilmente vamos a ver a los demás como superiores, muy fácilmente los vamos a colocar en un pedestal, muy fácilmente nos vamos a situar en una posición a veces incluso de idealización disfuncional de personas que suponen simplemente un referente idealizado. Y no porque ellas, esas personas idealizadas, sean un referente en sí mismo, sino porque nosotros les colocamos en ese pedestal. Y esto a veces distorsiona mucho ese camino de la espiritualidad que iremos abordando, porque hay veces que uno sencillamente endiosa determinadas, no ya personas, sino organizaciones y movimientos, pero no por lo que hacen, sino por la identidad desvalorizada de uno mismo y la necesidad de ser aprobado y ser salvador por alguna otra entidad, movimiento o persona. [00:24:22] Speaker A: ¿Siempre estamos buscando quién me puede salvar, verdad? ¿Quién puede darme eso que a mí me está haciendo tanta falta ahora, en este momento? Eso es una necesidad intrínseca del ser humano, buscar afuera. ¿Correcto, en el mundo, quién puede darme eso que a mí me hace tanta falta? Y eso es, pero pues eso es poner nuestras esperanzas en algo que cambia, en algo que se mueve, en algo que es efímero, en algo que está en un constante cambio. Pues muy bien amigos, nos vamos a ir a un corte, estamos con Álvaro, Álvaro Baturoni, él está en Madrid, que nos está haciendo el favor de venirnos a platicar cómo podemos hacer para dejar de despreciarnos, de no querernos, de lastimarnos. ¿No me refiero a lastimarnos afuera, que muchas veces se hace, pero dentro de nuestro pensamiento estamos teniendo un diálogo interno lleno de cosas muy feas, verdad Álvaro? Regresamos en un momento amigos, estamos Encuentro Contigo, regresamos a tu programa Cuento Contigo. Amigos, yo soy la señora Elena Torres y está con nosotros un invitado pues muy, muy querido y muy pues nos llena de alegría que esté aquí con nosotros Álvaro Baturoni, muchas gracias otra vez por estar en este programa. Cuento Contigo y llevándole todo tu conocimiento a la comunidad. A la comunidad. Cuento Contigo. Muy bien Álvaro, pues dentro de todo esto que estamos viendo, a mí me gustaría hablarte de que podría ser una puerta que podemos el que empecemos a callar ese diálogo interno. ¿Entonces podrías tú crees que el amor humano puede ser una puerta de entrada al amor incondicional hacia los demás, hacia Dios? [00:27:05] Speaker B: Sin ninguna duda. Yo creo que esa es, diría yo, casi la única experiencia o el único camino que podemos encontrar para poder obtener ese tipo de experiencia que nos conecta con lo trascendente. Porque empezamos nuestra vida relacionándonos con los demás, aprendemos a relacionarnos de mejor o de peor manera, establecemos vínculos familiares, vínculos de pareja y a partir de ahí desarrollamos la capacidad también de introspección y también de relacionarnos con uno mismo. Esa capacidad es fundamental, es yo diría determinante para poder empezar a profundizar en uno. Pero no se nos suele dar demasiado bien eso de hacer introspección, hacer silencio y empezar a ver qué es lo que está sucediendo en mi interior. Porque la relación con los demás es básica a la hora de podernos relacionar con eso que llamamos la trascendencia, el amor incondicional, lo divino aparentemente en contradicción. Uno necesita hacer un silencio, 1 cierta separación o una cierta distancia de los demás para poder acceder a esa experiencia de conexión con uno mismo. Porque si uno no se relaciona con uno mismo de una manera correcta es imposible que uno pueda tener esa experiencia de amor incondicional hacia sí mismo, que en última instancia es lo que necesitamos, amarnos incondicionalmente. Y amarnos no tiene que ver cuando yo consiga hacer esto o lo otro, entonces me amaré, cuando yo sea mejor persona, entonces me amaré, cuando yo consiga formar una familia o cuando yo consiga tal o cual hito en mi vida, entonces podré valorar el amor a uno mismo. Y la aceptación que viene antes del amor tiene que hacerse en un momento determinado de nuestra vida con total incondicionalidad. Y esto implica aceptarse todas las partes de las que no nos sentimos orgullosos, que no somos perfectos y hay muchas partes de uno mismo que no nos gustan, muchas o pocas, da igual, pero hay algunas que no nos gustan y por lo tanto es importantísimo poderse aceptar plenamente para desde ahí desarrollar esa compasión y esa aceptación que nos va a permitir evolucionar hacia el amor a uno mismo. [00:29:43] Speaker A: ¿1 de esas partes podría ser la vergüenza? [00:29:46] Speaker B: Álvaro claro que sí nena, definitivamente. Sentimos a veces vergüenza por cosas que a lo mejor todavía no han pasado o por experiencias que vivimos anteriormente. Aceptarse sintiendo eso que no es agradable porque todo el mundo le gusta sentirse orgulloso sentirse bien, sentirse pleno, sentirse feliz. Pero cuando uno siente vergüenza, cuando uno siente miedo, cuando uno siente limitación, inadecuación, eso es mucho más difícil de aceptarse. Pero es a través de la aceptación cuando uno puede desarrollar esa relación más sana con uno mismo. Parte del proceso psicoterapéutico en donde trabajo para acompañar a las personas en este sentido, tiene mucho que ver con desarrollar una auto observación de sí mismo, a lo que no estamos demasiado acostumbrados. Llevar un pequeño diario acerca de cómo he vivido mi día hoy, emocionalmente, qué es lo que he sentido, con qué tiene que ver, pararnos un poco, unos minutos, para hacer un cierto análisis, una herramienta fundamental de autoconocimiento y de autocompasión, y desde ahí poder evolucionar hacia ese amor incondicional a uno mismo. [00:31:02] Speaker A: Claro, es importante que esa auto observación nos lleve a darnos cuenta cómo nos hablamos a nosotros mismos. Cómo estoy diciendo Ay, qué fea. Ay, qué horrible. Ay, qué gorda, qué flaca. O sea, no me gusta. Porque el mundo nos pone unos prototipos a los que queremos estar siempre a esa altura. El mundo está influyendo entre nosotros ahora, ya siendo adultos, ya no pensemos desde la infancia que estábamos sobreviviendo, que estábamos tratando de vivir y de sobrevivir en algunos lugares inadecuados, pero el mundo está influyendo en nosotros ahora de una manera grandísima. [00:31:52] Speaker B: ¿Qué piensas de eso, de la influencia del mundo exterior hacia uno mismo, hacia ti? [00:31:58] Speaker A: Hacia ti mismo. Tienes que ser flaco, o tienes que comer verduras y jugos verdes, y hacer mucho ejercicio y caminar tantas horas, etc. Y queremos todos estar a esa altura. ¿Y eso pues, qué está sucediendo con toda la humanidad cuando esto es global? [00:32:25] Speaker B: Así es. Claro que existen modelos, yo creo que han existido toda la vida en diferentes épocas, los modelos van cambiando y hoy día, tal vez porque estamos expuestos a una enorme cantidad de información y eso a veces resulta problemático, porque uno tiene que discernir qué información me nutre, qué información me distorsiona o me aleja de mi propósito. ¿Y esto del propósito volveré luego más adelante, porque me parece importante, interesante a la hora de desarrollar este tema de la relación trascendente con uno mismo, verdad? Sí, el mundo nos distorsiona muchas veces y nos ofrece cantidad de recetas, vamos a decir, para ser mejores personas y para ser más valorados. Y como tú dices, hay que caminar, hay que hacer ejercicio, hay que comer sano, hay que ser aceptado por los demás, hay que tener una familia determinada o hay que estudiar determinadas cosas. Y esto lo hacemos también y lo vamos pasando hacia nuestros hijos, porque queremos que sean personas felices y les proponemos una serie de experiencias que para nosotros son fundamentales y que hay veces que lo que proponen son limitaciones y frenos para el desarrollo de esa persona. Por eso creo que como padres y esta es otra dimensión que podemos abordar como padres o madres, el ejercicio tan difícil de acompañar a nuestros hijos a la vez que les proponemos lo que consideramos que es bueno para ellos y les dejamos un cierto margen de libertad para que escojan. Esto en nuestro papel como educadores y la sociedad también nos está condicionando a nosotros como padres. Por eso es importantísimo discernir qué mensajes nos están haciendo daño y qué mensajes nos están haciendo bien y nos proponen algunas pautas que nos ayuden a conectar con uno mismo y realmente a desarrollarnos como personas con una mayor, ya no felicidad, porque a veces es un concepto un poco vacío esto de ser feliz, sino con una satisfacción, con una integración, con una buena percepción. 1. Buena mirada integrada acerca de uno mismo, de quien yo soy y no porque sea el mejor me voy a querer más, sino porque yo soy único y eso desde ahí es donde yo puedo moverme en este mundo y desde donde puedo relacionarme con los demás. [00:35:04] Speaker A: Muy bien. Por ejemplo, una de las cosas que ahora se viejo es malo, entonces ser viejo pues entonces hay que ponerse un montón de cosas, hay que usar determinadas cosas, estamos protegiendo algo que de todas maneras al final de cuentas va a envejecer y va a enfermar y va a morir, es el cuerpo. Entonces eso no nos está funcionando porque todo mundo está viendo qué crema me pongo, cómo le hago, que me quito, que me pongo para no parecer viejo, cuando envejecer, el cuerpo por naturaleza propia envejece. ¿Qué piensas de eso? [00:35:49] Speaker B: Sí, claro que sí, tienes razón. De hecho esto es una puerta abierta hacia esa forma de hedonismo y a veces de narcisismo. 1 cosa es el sano cuidar, cuidado personal en el que uno se siente a gusto, porque cuidar el cuerpo, cuidar la alimentación, cuidar el descanso, evidentemente es una dimensión muy acertada y algo que nos va a permitir estar mejor en este mundo, porque sin cuidado personal, sin descanso, sin unos correctos hábitos alimenticios es muy difícil estar sano, puesto que como dices estamos en un cuerpo. Esto ya plantea una dualidad que es interesante. Cuando hablamos del tema de la espiritualidad y del sentido de trascendencia deberíamos de ser muy conscientes de que somos alguien, una identidad trascendente habitando un cuerpo. Entonces ahí estamos ya hablando de dos niveles, un nivel de conciencia que ese desde mi punto de vista es eterno y otro nivel de temporalidad que está sujeto al cuerpo. ¿Cuando uno dice cuál de los dos es más importante? Claro, aquello que es eterno puede resultar muchísimo más importante y a la vez el estar muy consciente de que vivimos en un cuerpo que es el que nos permite ser y existir también es una dimensión importante como modo de cuidado para atender nuestras necesidades básicas, pero con cuidado de no sobrepasar determinados límites en donde empezamos a tener una carrera contra el tiempo y esa carrera que es contra natura, nos va a impedir sencillamente cultivar aquello que puede resultar más interesante, porque como tú dices, hay procesos que son irreversibles y temporales. 1. Debería de acompañar, no de luchar contra ello. [00:37:44] Speaker A: Exactamente, deberíamos de acompañar y no de luchar. Entonces te voy a hacer una pregunta, quiero que la pienses muy bien, vamos a entrar ya a lo que te gusta tanto también como la misión, como el propósito de nuestra vida en este planeta, porque tenemos que buscarlo y encontrarlo y vivir sin cambiar de propósito. ¿Entonces, qué rol tiene la espiritualidad en el desarrollo de un amor auténtico, de un amor propio auténtico? Piénsala muy bien y ahorita que regresemos me cuentas muy bien qué pensaste. Álvaro, platícame. [00:39:00] Speaker B: Con respecto a tu pregunta que ponía en relación la espiritualidad con un sentido, con un sentido, con un propósito en la vida. Yo creo que es ese uno de los caminos para desarrollar la espiritualidad, porque cuando estamos en una posición en la que estamos tranquilos, estamos en silencio, estamos con una serenidad personal, mental, emocional, entonces es cuando se nos ofrece o vemos la capacidad de proyectarnos más allá. Y esto lo vemos en la terapia muchas veces cuando ayudamos primero hacer una labor de limpieza y esa es la parte más ingrata de la terapia, cuando uno tiene que pasar por momentos de revisión de su vida y de sanar heridas que han quedado en el pasado pero que tienen un efecto en el presente. Sin duda. Una vez que uno consigue procesar, limpiar esa carga, entonces es cuando uno accede a ser capaz de plantearse y de ver otro horizonte diferente. ¿Y en ese horizonte muchas veces aparece este concepto y ahora qué hago con mi vida? ¿Cómo la puedo orientar? Porque de pronto recupero un proyecto, una idea, una cierta misión que siento que es importante y que está ahí para mí, o doy un testimonio. Y esto sí lo vemos muy frecuentemente en pacientes que una vez que vamos hacia el final ya del proceso terapéutico, se abren a necesitar y a querer compartir y dar testimonio de lo que han vivido y a veces se convierte en un cierto tipo de misión. Hay personas que escriben a partir de ahí, hay personas que crean alguna asociación de ayuda a damnificados que han vivido lo mismo que ellos han vivido, hay personas que comienzan sencillamente a hablar de lo que jamás se han visto en la capacidad de hacer y por lo tanto eso conecta con un cierto sentido de propósito. Ahora bien, si me preguntas cómo poder identificar el propósito y la misión de cada uno, ahí vamos a tener ciertas dificultades, creo yo, en dar con una definición exacta. [00:41:15] Speaker A: Bueno, pero hablando tú de lo que dices, de esa purificación que tenemos que ir haciendo de en el camino, porque todos tenemos que hacerlo de alguna manera, pero muchísimos buscamos nuestra misión afuera, en el trabajo, en el rol, en esa meta de la que hablabas tú por alcanzar. Pero eso, en eso que tenemos que hacer, todo eso tiene miedo. O sea, quiero lograr esta meta, pero hay miedo, hay carencias, hay necesidad de validación. Platícanos cómo es esa purificación, porque yo quiero hacer algo afuera. En un trabajo tratamos de buscar afuera, que normalmente deberíamos dentro de nosotros, pero ahí nos vamos a encontrar con el miedo, con las carencias, con la validación, con esa necesidad. Platícanos de eso. [00:42:16] Speaker B: Claro que sí. Ese proceso de purificación o de sanación, podríamos llamar, es un proceso que nos va a llevar precisamente a enfrentarnos a eso que nos cuesta enfrentar, a dolores que quedaban o que quedaron arraigados y muchas veces ocultos en una especie de cápsula secreta dentro de nuestra mente. Podemos hablar de mente inconsciente o preconsciente. Y cuando uno accede a empezar a ver que ahí había un dolor, empieza a enfrentarse al miedo, como dices, y ese miedo es el que nos va a permitir identificar aquello que resulta doloroso. Hay miedo, puede haber vergüenza, puede haber culpa enorme, puede haber inadecuación. Y ese proceso de sanación mediante el cual uno lo puede enfrentar, hay veces que requiere de una psicoterapia, otras veces hay personas que no tienen tanta herida y que pueden irlo sanando mediante otras actividades. El hecho de irlo limpiando nos va a permitir no ya vivir sin miedo, porque hay veces que uno piensa que una persona sana, equilibrada mentalmente, espiritualmente, es una persona carente de miedo, y yo no estoy de acuerdo con eso. Creo que el miedo está presente en la experiencia humana y es un indicador. Uno no debería de temer el miedo. Es como cuando uno va manejando un auto y aparecen determinadas lucecitas rojas que no deberían estar porque sabemos cuáles las verdes son buenas, las rojas no tan buenas. Imagínate que andáramos con ese auto y se encendieran pilotitos rojos y decidiéramos ignorarlos. Si los ignoramos, las cosas van a ir a peor y el motor al final va a tener una avería mucho mayor. Lo mismo ocurre con el miedo. El miedo es un avisador, es un avisador biológico de algo que nos cuesta. Y la manera en la que vamos a abordar o afrontar ese miedo es la que es más importante. Cuando uno tiene un trabajo personal hecho, uno considera, acepta, identifica el miedo y actúa a pesar del miedo. Y tenemos el cálculo del riesgo de hacer o no hacer determinadas cosas, de emprender o no emprender determinado proyecto, de ir a comunicarnos, a hablar, a platicar, con determinadas personas, independientemente de que podemos sentir miedo a hacerlo. Todos los profesionales que, por ejemplo, tienen una labor de exposición pública sienten en un momento determinado ese miedo. Un miedo, por ejemplo, hablar en público, un miedo a estar conectado con personas, un miedo estar presente en programas como este, por ejemplo, porque uno siente que a lo mejor va a resultar inadecuado y que la mirada del otro puede ser demasiado crítica, enjuiciadora o censuradora. Pero afrontar eso implica aceptarme como persona que está en evolución, que puede cometer errores, pero que trata con la mejor de las intenciones de ir superando esos obstáculos. Por lo tanto, volviendo a tu pregunta, si trabajar con el miedo es importantísimo, por supuesto nos vamos ayudar a quitarnos ese lastre de encima y nos va a permitir proyectarnos hacia la construcción de ese proyecto o de esa misión, de ese propósito en la vida. Ya nos lo comentaba, y me parece muy valioso el testimonio de Viktor Frankl cuando hablaba del hombre en busca del sentido de la vida, alguien que estuvo en terribles experiencias de campos de concentración durante el nazismo y que había observado que las personas que tenían mayor fortaleza física, mental, emocional, los supervivientes de aquel drama, de aquel holocausto, eran personas que habían construido un cierto propósito y se proyectaban en ello al término de la experiencia del cautiverio. Son personas que se proyectaban en reunirse con familiares, en hacer un viaje con determinadas personas, en hablar y tener un encuentro con determinados seres queridos, o montar un negocio, un tipo de actividad que habían soñado con ello desde hacía tiempo, o dedicarse a la música, qué sé yo. Muchas de estas experiencias eran anheladas con con un propósito vital por parte de personas que estaban en unas condiciones infrahumanas. Y hay veces que esa proyección hacia afuera nos ayuda muchísimo a mantenernos, a sostenernos, a trabajar con esa resiliencia hacia aquello que nosotros vamos definiendo como nuestro propósito. Aunque el propósito, a mi modo de ver, es una mezcla de lo que uno proyecta, imaginar, crea desde nuestra experiencia humana y también de lo que la vida nos va proponiendo sin haberlo decidido, sin haberlo planeado. Yo no soy tan defensor de definir tu propósito vital, sino de irlo descubriendo conforme vamos avanzando en la vida, entre las decisiones que tomamos y nuestra apertura hacia esa conexión espiritual, trascendente, divina, como queramos llamarlo. Ese es mi planteamiento. No sé qué te parece. ¿Y cómo lo ves, nena? [00:47:46] Speaker A: Me parece muy interesante y me parece muy bien, pero tú estás hablando de creatividad, de pensamiento. Estamos hablando de un pensamiento que está creando hacia un futuro, algo que estoy imaginando ahora para cuando me quite, cuando salga de esta situación tan triste como los campos de concentración pueda yo tener. Entonces hablamos de pensamiento, estamos creando algo en nuestra mente. Entonces al crear nosotros eso en nuestra mente, podemos hacer también pensar nuestra misión de vida. Tenemos que decir bueno, mi misión de vida, mi propósito de vida tiene que ser fundamental. Ese propósito de vida no tiene que quedarse afuera en el mundo externo, tengo que irme a algo más fundamental. ¿Qué sería eso y cómo podríamos encontrar eso, Álvaro? Está muy complicado esa pregunta. [00:48:51] Speaker B: No sé si te entendí bien, nena, porque ese propósito vital parece que lo refieres a algo que es más interno que externo y que no está tan concretado en acciones externas, sino más con un sentimiento interno de conexión. ¿Es así? [00:49:09] Speaker A: Sí, así es. Con algo que no muere, que no perece, que no se acaba, que no cambia, con algo que somos realmente, que está ahí pero que no hemos entrado. [00:49:21] Speaker B: ¿Correcto? Claro que sí. Esa es la conexión a lo que algunos autores hablan como la fuente, la fuente del amor, del conocimiento de sí, del amor incondicional. Esa conexión con ese amor es una experiencia sumamente central y aquellas personas que se han acercado mucho a esa experiencia, efectivamente no necesitan proyectarse en una acción concreta, aunque yo creo que están íntimamente relacionadas. Es decir, uno puede tener un sentimiento de profunda conexión que además se va a proyectar de algún modo en mi vida diaria. Es decir, somos en definitiva seres humanos que estamos avanzando en nuestra vida y que pasamos por diferentes etapas y actuamos, decidimos hacer o no hacer determinadas cosas, porque hay veces que el saber parar una determinada dirección de nuestra vida o saber dejar un trabajo a veces que nos disgusta, puede ser una importantísima decisión conectada con un propósito vital de centrarnos en lo que es más certero, más verdadero para uno. [00:50:36] Speaker A: Muy bien, pues nos vamos a ir a un corte Álvaro, y vamos a regresar en un momento. Amigos, estamos en Cuento Contigo y está con nosotros Álvaro Baturoni. Regresamos amigos. Regresamos a tu programa Cuento Contigo. Amigos, yo soy la señora Nena Torres y está con nosotros Álvaro Baturrone. Él viene a platicarnos de cómo encontrar nuestra misión de vida en este planeta, en este mundo, a lo que venimos y cómo querernos con un amor real, no con un amor del ego. ¿Pues entonces aquí Álvaro, va esta pregunta que te quiero cómo podemos diferenciar una misión de vida nacida del ego, en donde nosotros buscamos reconocimiento externo, donde estamos ambicionando bosas, en donde queremos siempre estar obteniendo y teniendo y comprando y teniendo y teniendo y teniendo cosas, a una misión de vida que nace de un amor real, de un amor verdadero? ¿Cómo podemos hacer esa diferencia? ¿Cómo podemos saber? [00:52:27] Speaker B: Pues nuevamente, nena, creo que parte de la respuesta ya la estás dando en la pregunta, porque el fin no debe ser inmanente, es decir, la finalidad o el propósito de vida, la misión que uno puede sentir que tiene en esta vida, no cuadra con fines puramente egoístas. Es decir, que cuando uno, como dices, solamente persigue acumular, tener, obtener, es un solo sentido en donde trato de acapararme de una experiencia. No es es todo lo contrario, de proyectarme hacia afuera. Una misión de vida es algo que se proyecta hacia afuera y que tiene un sentido trascendente más allá de mi vida, más allá del aquí y del ahora. Tiene que ver con un legado, tiene que ver con dar un servicio, tiene que ver con ofrecer un testimonio, tiene que ver con ofrecer una ayuda. Y por ahí sí ya sabemos que eso tiene mucho mayor sentido. Y va a tener además inmediatamente un indicador importantísimo, que es el indicador de la satisfacción, de la profunda satisfacción interna, que va más allá de la satisfacción de tener, que es efímera, que es puntual, que es breve, sino una satisfacción que tiene que ver con una conexión y con un sentido. Esto lo vemos nuevamente en la terapia, en los procesos en donde al final ya hay una sanación y lo podemos celebrar juntos. Y qué bonito es celebrarlo cuando cada vez que damos el alta a un paciente que ha estado trabajando duro para poder sanar, existe en numerosas ocasiones la voluntad, el deseo de dar testimonio, de participar, de ayudar de alguna manera, de poner al servicio de otras personas aquello que he aprendido para mí y para mi vida. Hay personas que han publicado algún libro tras su experiencia, hay personas que se dedican a hacer un trabajo de acompañamiento, hay personas que deciden estudiar psicología también para ayudar a otras personas, hay personas que deciden emprender un camino distinto en sus vidas y de cortar con la vida que llevaban hasta entonces, cortar con vínculos tóxicos para proyectarse de una manera nueva en la vida. Y eso siempre tiene ese carácter de ir más allá del yo, más allá del ego. Es una forma de dejar un impacto, un legado, un resultado que es superior a lo que yo como persona puedo ofrecer. [00:55:06] Speaker A: Muy bien. ¿Hablando de ese tipo de psicoterapias y todo eso, cuál es la diferencia que existe entre la psicoterapia cero, que es la que tú trabajas, a otras terapias? [00:55:19] Speaker B: Muy bien. Pues lo que nosotros buscamos mediante esta denominación de psicoterapia cero es centrarnos de manera nuclear en los traumas que una persona puede haber acarreado en su vida. Traumas que a veces son muy evidentes porque la persona lo reconoce, pero otras veces traumas que quedan velados por procesos de disociación muy fuertes, que han quedado ocultos en una parte de la vida, pero que siguen experimentándose en el presente. Es decir, el abordaje es trabajar en el presente con la resonancia traumática que tiene aquello que viví con dolor. Si por ejemplo, en un momento determinado en la infancia sufrí una relación disfuncional dentro de los vínculos familiares, pues voy a tener dificultades en relacionarme con personas que me recuerdan aquello que yo sufrí. Hay personas, por ejemplo, que han sufrido abusos y tienen dificultades extraordinarias en establecer relaciones sanas, funcionales con una pareja. ¿Y cuando después de diferentes ciclos de repetición de vínculos disfuncionales, uno se empieza a cuestionar y a decir qué me pasa que voy repitiendo una y otra vez algo así? Uno puede darse cuenta a través de una psicoterapia cero, de que hay patrones que uno va repitiendo que tienen que ver con eso que uno vivió en el pasado y que como una campana de resonancia, cada vez que vuelvo a relacionarme con una persona, de hecho voy a buscar porque normalicé personas que me devuelven el mismo vínculo disfuncional. Y eso es algo conocido a lo que voy a tender a representar de nuevo en mi vida. Por lo tanto, lo que hacemos es identificar esos traumas para que no tengan ya ningún peso en el presente y los desensibilizamos fundamentalmente con la tecnología del EMDR, que es la desensibilización traumática propuesta desde la década de los 90 por Francine Shapiro, que tiene que ver efectivamente con un movimiento de los ojos como técnica fundamental. Hay otras maneras de hacer, de llegar a lo mismo, que es una estimulación bilateral de ambos hemisferios cerebrales, porque eso es un proceso que naturalmente hacemos todas las noches en fases de sueño profundo, como forma de reprocesar aquello que vamos viviendo. Entonces, ayudados de esta tecnología que está muy arraigada en la neurología, acompañamos a nuestros clientes, nuestros pacientes, a desensibilizar aquello para que en el presente me pueda relacionar de una manera mucho más sana. Y esto tiene mucho que ver con el tema que estamos hablando, porque cuando yo puedo empezar a sanar la relación conmigo mismo, porque ya tuve la experiencia de tener relaciones disfuncionales, traumáticas, y lo voy sanando, me voy a proyectar de otro modo con los demás. Voy a tener la oportunidad y la capacidad de nuevo de poderme relacionar sin culpa, sin vergüenza, sin sentir que soy inadecuado y por lo tanto, desde ahí proyectarme hacia un sentido más trascendente de la vida posteriormente. [00:58:36] Speaker A: Sí, porque eso que hablas del pasado, del pasado siempre es presente, Alvaro. Siempre es presente porque los efectos que yo vivo siempre están ahora. Entonces por eso es tan importante la limpieza, la purificación del pasado, porque ese pasado tiene efectos en mí ahora, en mi presente, y yo no me doy cuenta nada más. Simple y sencillamente los ejecuto estoy ejecutando todo. [00:59:10] Speaker B: Exactamente. Son procesos tal cual lo estás comentando, en donde uno va repitiendo de una manera preprogramada. Si uno tiene una dificultad en tratar con la autoridad porque fue muy conflictivo la autoridad, tal vez con el padre, pues uno proyecta ese vínculo y fíjate que se va a relacionar de una manera muy difícil. Como decías anteriormente en una de tus preguntas, cuando yo tengo un conflicto conmigo mismo con relación a la autoridad, cada vez que voy a relacionarme con alguien que representa una cierta autoridad, pongamos por caso simplemente un profesor o un responsable, un jefe o la autoridad policial, evidentemente, pues voy a representar como resonando en mí la misma culpa, el mismo temor, la misma inadecuación y ya no tiene que ver con el presente, es el pasado que está viviendo en mí con esa campana de resonancia. Por eso la psicoterapia cero es un proceso de transformar el presente mediante un viaje al pasado 1 reprocesamiento de esa información para que el presente se vuelva realmente presente y podamos proyectarnos hacia el futuro con una mayor confianza y con una mayor autoestima. ¿Sin duda. [01:00:30] Speaker A: Claro, es que eso es básico, verdad? Porque siempre estamos en el momento, en el ahora que yo estoy trayendo todo lo que me hace ruido, que me ha hecho daño, que me ha causado dolor y lo estoy ahora. O sea, no estoy viendo a mi mamá, no estoy viendo a mi marido, estoy viendo a mi papá. [01:00:50] Speaker B: Correcto, así es. [01:00:55] Speaker A: No estoy viendo a mi mamá, digo a mi esposa, estoy viendo a mi mamá. [01:00:59] Speaker B: Eso es. ¿Y parece un poquito simplista dicho así como que cómo es posible eso, no? Yo sé que estoy con mi esposa o con mi pareja, pero literalmente es así, porque uno lo tiene incorporado y así lo está ejecutando. [01:01:15] Speaker A: Es importante que nosotros estemos viendo lo que sucede en nuestra vida, que nos puede dar, nos puede hablar de lo que hay en el inconsciente o en el subconsciente o en el consciente escondido en esos lugares. Pues mira, piénsalo bien, o sea, porque te voy a hacer esta pregunta que a mí me interesa mucho. Lo que yo veo afuera me habla de lo que hay dentro de mí. ¿Yo puedo utilizar eso como algo, como un espejo para poder sanar lo que está guardado en las bóvedas del inconsciente? ¿Piénsalo muy bien y ahorita me platicas. [01:02:00] Speaker B: Muy bien. [01:02:33] Speaker A: Qué pensaste, Álvaro? ¿Mi mundo externo puede estarme hablando de eso que está escondido, guardado? [01:02:46] Speaker B: ¿Sí. [01:02:49] Speaker A: Llamamos inconsciente o subconsciente? [01:02:58] Speaker B: Claro que sí, puesto que lo que nosotros vamos a ver es lo que nosotros estamos. Sí, decía, lo que nosotros somos capaces de ver como información desde el mundo exterior es literalmente lo que somos capaces de ver. Y aunque parece un razonamiento muy simple o muy recurrente, es puramente verdad, es decir, cada uno es capaz de percibir una parte de la realidad. La realidad es tremendamente amplia, y la percepción que cada uno tenemos de la realidad está íntimamente relacionada con nuestra nuestra forma de ser, nuestra personalidad, nuestra identidad. Es decir, yo puedo fijarme en determinados aspectos de la realidad que van a impactarme, mientras que otra persona viviendo exactamente la misma realidad. Pongamos el caso una reunión, una cena, en donde estamos en principio tranquilamente platicando con amigos. En esa cena pueden suceder cosas que una persona va a vivir de un modo y otra persona va a vivir de otro. Sin embargo, la realidad, si lo planteamos en términos aparentemente objetivos, es la misma. Es una cena entre amigos, estamos conversando y en principio no hay nada que llame la atención, pero hay personas que pueden estar reaccionando a algo que está en ellos como una carga, como algo que es un dolor. 1 comentario de una persona puede impactar profundamente en mi experiencia, porque es o bien el tipo de palabras, o el tipo de energía, o el tipo de vocabulario que utilizaba otra persona que me estuvo denigrando en el pasado. Por lo tanto, esa realidad, ese momento, esa cena, ese comentario, esa plática de alguien que resulta en principio cercano, se convierte en un mensaje hostil para mí. Y no porque haya sido emitido con hostilidad por parte de la persona, sino porque impactó en un área profunda en donde de pronto se conecta con mi experiencia y me dispara un sentido de inadecuación o de vergüenza, por ejemplo, que me va a inhibir inmediatamente en el resto de la velada. Esto puede suceder en este sentido, o puede suceder en el sentido contrario. Tal vez hay un comentario, algo que dijo otra persona, otro de los comensales, que me conecta con algo que resulta profundamente valorizador para mí, porque me recuerda a alguien que sí que me valoraba, era cercano, era amistoso, era alguien que me acompañaba y me voy a sentir inmediatamente bien con esa persona. Simplemente no hace falta ni siquiera una comunicación verbal. Hay veces que nos encontramos con personas y nos cruzamos, y en esa primera mirada, ese primer impacto, la percepción que yo tengo de esa persona resulta profundamente distorsionadora, porque tal vez esa mirada me recuerda a alguien, tal vez ese tono de voz me está llevando a una experiencia anterior. A veces los olores, no hablamos suficiente de los olores, pero tienen un impacto fundamental. Se conecta con una parte muy arcaica del cerebro, el rinencéfalo, y está conectado con centros profundos de la memoria, en donde una fragancia de pronto nos traslada décadas atrás en el tiempo y nos hace sentir como en casa de la abuelita cuando era pequeño, o en aquel prado maravilloso de las vacaciones de verano, o en aquel lugar oscuro en donde viví y sufrí determinadas experiencias abusivas. Por lo tanto, claro, el mundo exterior con los diferentes estímulos verbales, no verbales, que a veces ocurren sin una intencionalidad de dañarnos, tienen el potencial de dañarnos porque tocan capas profundas de nuestra experiencia vital. [01:07:15] Speaker A: Qué interesante está eso del olfato. Me gustaría que lo ampliaras un poquito más. Eso del olfato, cómo nos lleva a lugares exactamente que simplemente el olor del hospital, el olor que cuando ibas al hospital, ese olor que tiene, ese olor, o sea, platícanos de eso, Álvaro, amplía lo más para que nuestros amigos puedan entender bien de lo que estamos hablando. [01:07:45] Speaker B: ¿Claro que sí, yo estoy seguro de que nos entenderán perfectamente, porque quién no ha vivido algo así? Es decir, el tener ese flashback olfativo, porque debemos de llamarlo así, es de pronto un recuerdo que es muy vívido, simplemente estimulado por esa parte del cerebro que asocia determinados olores con determinadas experiencias porque ocurrieron en determinado entorno. Esto del olor a hospital, por ejemplo, qué transversal resulta y qué universal. Hay personas que sencillamente el olor de una sala de espera, incluso en un dentista, el olor a los productos anestésicos o lo que sea, de pronto nos despierta una reacción inmediatamente defensiva porque no fue agradable la última vez que lo visitamos, pero a la vez puede resultar algo tremendamente cercano y afectuoso. Por ejemplo, fíjate, te puedo hablar de una experiencia personal. Yo vengo de una familia aeronáutica, mi papá era piloto y yo viajé innumerables ocasiones con él. Para mí el avión es un lugar eminentemente seguro, porque para mí estaba en la presencia que me daba mayor seguridad en mi vida. Y en el avión hay olores determinados, a veces huele algo a queroseno, es un tipo del tipo de combustible que utilizan y no es un olor agradable de por sí, pero a mí me transmite inmediatamente, me traslada a un lugar seguro en el que mis recuerdos están llenos de experiencias positivas. Al oler el queroseno y embarcar a un avión cuando muchísimas personas, muchas más de las que parecen, por cierto, les genera auténtico pavor, auténtico miedo y bloqueo, porque tienen un profundo miedo a volar, fíjate qué cosas. Simplemente porque hayamos vivido determinadas experiencias y en un instante, porque esto ocurre en un instante, el olor, una fragancia, todo esto lo vemos además muy reflejado en la publicidad de los perfumes y demás. Tratan de asociar determinado tipo de perfumes con determinado tipo de experiencias, porque somos conocedores en nuestra experiencia humana de que un olor nos traslada literalmente a una época y genera una experiencia, porque el cerebro ahí no está identificando la parte de la realidad de la parte imaginaria, el cerebro lo vive como si fuera real, inmediatamente aparece la evocación de aquel recuerdo. [01:10:25] Speaker A: Qué padre está eso que nos está platicando Álvaro. Amigos, la comunidad Cuento Contigo, debe estar encantada oyendo tus explicaciones. Dijiste una palabra. ¿Nos estamos defendiendo de algo? Hablabas que decías nos defendemos. ¿Por qué siempre nos estamos defendiendo? ¿Por qué siempre nos defendemos de todo? Esta pregunta se me vino ahorita. Porque nos defendemos del clima, nos defendemos del aire, de todo, de todo. Nos defendemos de los microbios, de todo. Bueno, vivimos en defensa constante. ¿Por qué hacemos eso? [01:11:04] Speaker B: Este es un gran tema, nena, porque nos podría llevar a platicar mucho. En muchos sentidos, la autodefensa, en principio, es un mecanismo muy funcional del ser humano, porque estamos movidos por la conservación, por la autorregulación, por la supervivencia. Y cuando nos defendemos de algo, estamos tomando una elección por nuestra vida, de algún modo, nuestra supervivencia emocional, afectiva o física. Es verdad que muchas veces esa defensa, que es funcional en su momento, porque así estamos constituidos, del mismo modo que si acercamos nuestra mano a una fuente de calor excesiva, nos quemamos inmediatamente la retiramos, ese mecanismo defensivo nos permite evitar quemarnos. Entonces estamos perfectamente bien constituidos en ese sentido. Lo que ocurre es que nuevamente, por experiencias traumáticas, empezamos a defendernos de casi todo. Y hay personas que viven literalmente encerradas en sí mismas, cuando no hay un peligro real fuera. Y claro, esto cobra mucha vigencia en el momento en el que hemos vivido un pasado cercano tan dramático con la pandemia, el Covid y todos los confinamientos que hubo a nivel mundial. Es una experiencia tremendamente única y exclusiva de la humanidad. Jamás habíamos vivido un encerramiento físico en todo el planeta simultáneamente, que, bueno, podíamos entrar en muchas consideraciones, pero ahí todos estuvimos con mucha precaución y además siguiendo los consejos y las normas obligatoriamente, porque no se podían hacer muchas de las cosas a las que estábamos habituados a hacer en virtud de una defensa. Es decir, había que llevar una mascarilla, un tapabocas, porque si no podíamos contagiar, estábamos en riesgo de muerte. Debíamos de evitar los saludos, debíamos de evitar el aire puro, es decir, no se podía ni siquiera salir a la calle en una determinada parte del confinamiento. Y cuando lo vemos con perspectiva, sabemos que eso ha dejado determinados efectos secundarios que van más allá de la defensa, porque hoy día las personas, en mi experiencia, van teniendo también ese arrastre en cuanto a de qué me defiendo y cómo me defiendo. Y aprendo a defenderme de personas simplemente porque ya tengo más distancia de seguridad, ya no nos damos la mano, nos abrazamos o nos besamos de la misma manera. Socialmente, porque hemos aprendido a defendernos, es decir, esa defensa que en principio es funcional, puede ser tremendamente disfuncional cuando aprendemos a vivir en el miedo. [01:14:05] Speaker A: Así es, cuando aprendemos a vivir en el miedo y nos defendemos de todo, de todo, absolutamente de todo, eso nos causa muchísimo conflicto. Es una manera de vivir muy dura, muy difícil. Pues nos vamos a ir a un comercial, Álvaro, y vamos a regresar en un momento, amigos. Estamos en tu programa Cuento Contigo. Regresamos, regresamos a tu programa Cuento Contigo, amigos. Está con nosotros Álvaro Batudone, él está en Madrid y nos está haciendo el favor de traernos pues todo lo que él sabe respecto a esta misión que buscamos en el mundo, a este amor que se supone que debemos de tenernos, sin comparaciones, sin odios, sin resentimientos a nosotros mismos ni a los demás, evidentemente. ¿Platícanos Álvaro, cómo podemos darnos cuenta que estamos desconectados de una misión, de un propósito que nos hayamos puesto o que nunca nos hemos puesto ese propósito también? Platícanos. Habremos muchos que no hemos puesto un propósito de vida, habremos muchos que no hemos puesto una meta, que vivimos así, simplemente vivir la vida nada más. A ver, platícanos de esto. [01:16:10] Speaker B: Sí nena, claro que sí. ¿En mi opinión, ese proceso, cómo lo podemos ir identificando o no? ¿Qué síntomas o qué indicadores podemos encontrar? ¿Tienen que ver con parte de lo que comentábamos hace un momento, es decir, la diferencia básica está en vivir, como lo decías, simplemente viviendo, simplemente llevando adelante las rutinas diarias que ya la vida misma nos ofrece, porque ya adquirimos responsabilidades determinadas y no tenemos tampoco la capacidad de inventar nuestro día a día, verdad? Pero dentro de eso podemos notar determinados desajustes o podemos notar determinados ajustes en algo que sí nos resulta válido, valioso, útil y plenamente satisfactorio. Los indicadores de estrés, las tensiones excesivas, la falta de capacidad para sencillamente sentarse y hacer balance de cómo va nuestra vida, de cómo nos encontramos familiarmente, personalmente, cuando uno encuentra que hay poco espacio para eso y está tensionado con el día a día, esos son indicadores que nos están hablando de que estamos funcionando en una especie de automatismo en el que no hay mucho espacio para plantearse qué es lo que necesitamos y qué es lo que deseamos realmente en la vida, más allá del sueño fácil con no tener determinadas responsabilidades, no tener o acabar con las dificultades económicas, más allá de eso que es la supervivencia. ¿Y esta es una palabra que tiene más importancia de la que pensamos, porque la mayoría de la gente sobrevivimos, verdad? Pero cuando uno está en ese estado de supervivencia, está bajo el estrés constante y vivimos para tratar de satisfacer las necesidades básicas, mientras estamos en ese modo de supervivencia es muy difícil que podamos acceder a momentos de plenitud o de alineamiento con nuestra misión y nuestro propósito vital a la vez, esas tensiones que hacen que el día a día sea difícil y en ese modo de supervivencia nos pueden llevar precisamente al cabo de un tiempo con una ruptura, porque hay veces que llegamos a rompernos o bien interiormente o la salud, procesos de enfermedad, procesos de crisis que nos hacen despertar. Esta es otra palabra interesante, creo, en este proceso de conexión con lo trascendente, despertar hacia una nueva realidad que no estaba viendo. Porque es muy difícil que a veces por la propia iniciativa empecemos a dibujar nuestra perspectiva, nuestra misión, nuestro propósito vital. A veces el propósito aparece de una manera brusca, dramática, accidental. Hay autores que han conectado con su propósito de vida a través de un trauma tremendo, de haber perdido a familiares o de haber sufrido un accidente y haber quedado impedido. ¿Claro, uno no tiene que proponer esa vía, verdad? Para poder tener el acceso a lo que es una misión 1 propósito vital. Pero hay veces que viene de una forma tan inesperada como a través del drama o el accidente, la crisis, el sufrimiento, la angustia vital. En ese estado de supervivencia puede ser un detonante para despertar y empezar a plantearnos otras cosas en la vida. Ojalá que no sea ese el caso, ojalá que podamos hacerlo de un modo más sereno, ojalá que podamos sacar el tiempo para hacer un balance entre quiénes somos, quiénes necesitamos ser y no podemos, cuáles son los obstáculos, los impedimentos, los frenos que tenemos en la vida para desarrollar quien plenamente quiero ser. Esas son preguntas importantes que deberíamos de poder hacernos. Y si no podemos hacerlo, yo invito desde aquí a que los oyentes puedan establecer ese proceso de autoanálisis para ir quitando, desbrozando en esa selva de las dificultades, ese esa maraña que nos impide ver, como decimos muchas veces, ese árbol frondoso que nos impide ver el bosque. Necesitamos hacer cierto espacio, necesitamos plantearnos el parar para considerar qué queremos realmente hacer en la vida. [01:21:00] Speaker A: Tú hablas de algo muy interesante, que vivir sin propósito es como como una hoja que va llevando el viento. Así vivimos, como una hoja que la lleva el viento por todos lados. ¿Se puede vivir o qué clase de vida llevamos o llevan los que no tienen un propósito, los que no han hecho un propósito para seguir adelante? ¿Cómo puede vivir alguien sin propósito? ¿Cómo es su vida? [01:21:36] Speaker B: Yo diría, nena, que una inmensa parte de la humanidad vive sin propósito. Me da la impresión de que es así en una inmensa mayoría y que tal vez con el paso del tiempo esa proporción se va reduciendo, porque son más las personas que en ese proceso de despertar, de plantearse otras cosas, otros horizontes, de tener la valentía de a veces romper con lo que ya está establecido con lo fácil e iniciar caminos que son más dificultosos. Esas personas ofrecen un testimonio y es enormemente importante desde el punto de vista social, a mi modo de ver, que sigan existiendo cada vez más ejemplos de este tipo, en donde vamos a ser inspirados por personas que definitivamente decidieron hacer algo que no se consideraba lineal en su experiencia. Pero la mayor parte de la humanidad vive en ese sentimiento de adormecimiento y de crisis existencial, de tener que seguir avanzando en un sentido para sobrevivir sencillamente, y no se plantean más que eso, la supervivencia el día de hoy, en esta semana, en este mes, el mes que viene no lo sé, y avanzando muy dificultosamente. Eso implica un gran nivel de sufrimiento, por supuesto. Y es una pena ver que hay infinidad de personas que viven en ese sentido, sin propósito, simplemente sobreviviendo. Eso produce un malestar profundo que además se transmite generacionalmente. Por lo tanto, muy importante todas las personas que trabajamos como vosotros y vuestro programa también, para tratar de llevar un mensaje, una propuesta, una idea de buscar un cierto alivio, una alternativa para plantearse otras cosas y salir de un estado de supervivencia y de sufrimiento para poco a poco evolucionar hacia un estado más de satisfacción, de plenitud, de conexión con algo más trascendente que mi propia vida. [01:23:47] Speaker A: O sea, el no tener sentido de vida nos lleva a buscar sentido en las adicciones, por ejemplo, nos lleva a buscar sentido en el placer que no tiene, en un placer constante, en el parte, en todo eso que hacemos, en el partid bien, etc. Así vivimos la mayoría de los humanos, Álvaro. [01:24:17] Speaker B: Correcto. [01:24:18] Speaker A: Por eso hay tanta búsqueda de adrenalina, de drogas, de todo eso, porque no hay sentido de evitar. [01:24:28] Speaker B: Sí, profundamente. Sí, son personas. A ver, las adicciones siempre se conectan con una experiencia traumática de la vida, incluso aquel uso recreativo de determinadas sustancias que me van a producir un estado de bienestar temporal y pasajero, porque es un chute de adrenalina o de serotonina o de dopamina, en donde me engancho a actividades que me producen ese tipo de satisfacción. ¿Por qué buscar esa satisfacción inmediata? Obviamente porque hay un sentimiento de vacío, de frustración, de dolor, de sufrimiento, y lo trato de llenar con algo que lejos de llenarme, me distrae temporalmente y me esclaviza a un movimiento repetitivo de búsqueda de satisfacciones momentáneas y puntuales. Este es un indicador también de sufrimiento y de estar perdido, de no estar conectado con un determinado sentido de la vida. Aunque nuevamente, hay muchos ejemplos de personas que, por ejemplo, estuvieron muy, muy enganchadas a determinado tipo de drogas, de sustancias, y que en un momento determinado eso les produjo una ruptura con su vida. Y desde ahí, tocando fondo mediante el sufrimiento, encontraron un sentido más trascendente de poder ayudar a otros a salir de ese estado de sufrimiento y búsqueda del corto plazo y de la satisfacción. Y son personas que desde ahí han montado asociaciones, han creado métodos de acompañamiento y de terapia para poder ayudar a otras personas a salir de ahí. [01:26:15] Speaker A: Te voy a hacer una preguntita, Álvaro, y quiero que la pienses muy bien y nos vamos a ir a una pregunta trascendente, muy trascendente. ¿Bueno, creo que hemos hablado de cosas trascendentes, verdad, Álvaro? ¿Cómo se descubre el sentido de la vida? ¿Piénsalo muy bien y ahorita me contestas qué pensaste, Álvaro? ¿Cómo se descubre ese sentido de la vida? ¿Cómo podemos empezar a escuchar esa voz interior que nos guía hacia lo que realmente venimos a hacer a este mundo? [01:27:26] Speaker B: Menuda pregunta que me hiciste, nena. Es, yo creo, la pregunta que nos hacemos y la más difícil de contestar y la que además, personalmente tampoco me atrevo a dar consejos determinados, porque cada uno tiene que hacer ese proceso de búsqueda. ¿Entonces, qué nos puede llevar a encontrarlo? A lo mejor por ahí nos podemos alinear mejor para tratar de responder a una pregunta que es complicada de responder, porque quien tenga la respuesta probablemente tenga su respuesta a su trayectoria vital. En todo caso, ya la pregunta refleja la cuestión que es importante. Y si somos seres trascendentes, y yo lo creo, y además me parece que esto es demostrable, quiero decir, ya no se trata de una cuestión de fe. Tenemos infinidad, a lo mejor infinidad hasta el infinito, es un poquito pretencioso, pero millones de testimonios de personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte. Y esto debe de considerarse. Hoy día, además hay científicos dentro de la comunidad médica que empiezan a hablar alto y claro acerca de esto, y qué bueno que sea así, que nos hablan de que personas tras una experiencia traumática, en muerte clínica, sin actividad cerebral, sin actividad cardiovascular, acceden a experiencias, a ver a personas, a mensajes, a situaciones que no han podido ser experimentadas por nuestro cuerpo físico. Por lo tanto, si hemos sido capaces y de experimentar ese tipo de cuestiones cuando el cuerpo no estaba presente, significa que somos una presencia encarnada en una identidad y en un cuerpo humano. Por lo tanto, si esto es así, para mí esto es sumamente importante, no deberíamos de vivir con la mirada alejada de un sentido trascendente de la vida, porque obviamente tendremos un final en esta vida. Todos sabemos, y es la cosa más cierta del mundo, que un día vamos a morir. No sabemos cuándo, no sabemos si hoy, mañana, pasado o el día de después o dentro de 50 años, pero en un momento determinado nuestra vida humana va a terminar. Entonces, desde ese planteamiento, que no es un planteamiento negativo o catastrofista, desde mi punto de vista, me parece que deberíamos de aprender mucho de esa introspección basada en lo efímero de nuestra vida humana, para poder vivir mejor precisamente nuestra vida humana, sabiendo que tiene un término, sabiendo que tenemos un espacio de tiempo regalado, un don maravilloso que es esta vida, para experimentar el qué, qué sentido tiene. ¿Y cuando uno se hace esa pregunta y nos la hemos hecho la humanidad, desde el principio de la humanidad, yo creo, hasta nuestros días, iniciamos ese proceso de búsqueda qué será que he venido yo a hacer aquí? ¿Qué será ese propósito mío? ¿Para qué estoy aquí? ¿Algunos dicen por qué? ¿Y otros lo transforman en el para qué? Que me parece mucho más interesante, porque el por qué es muy difícil de responder, sencillamente es así. Y aquí estamos. ¿Ahora, ya que estamos aquí, ya que tenemos esta oportunidad, cuál sería el sentido? ¿Qué sentido podríamos darle? Y eso es una mezcla, como decíamos anteriormente, entre en qué actividad, proyecto, propósito, misión me siento inclinado a implicarme y a la vez, cuál es la aceptación que yo siento que tiene esa búsqueda interior mía que me lleva a aceptar aquello que estoy teniendo en la vida. Es decir, es un proceso de mezcla entre lo que voy viviendo y lo que la vida me propone y lo que yo voy haciendo con eso que la vida me propone, proyectándome en algo que me da sentido. ¿Y qué es eso que da sentido? Yo creo que algunos indicadores son la conexión profunda entre lo que yo soy, lo que yo hago, lo que yo siento también una conexión 1. Alineamiento entre un legado más allá de mi propia identidad, algo que no solamente está para mí, sino que está para los demás. Todo lo que me conecte con una proyección hacia los demás, hacia afuera, hacia dejar algún tipo de testimonio que además me conmueve profundamente y no solamente de una manera puramente emocional, sino también espiritual. El conmoverse desde un punto de vista global tiene que ver con una profunda satisfacción, con un sentimiento de arraigo, con un sentimiento de conexión. Esta es una palabra que a mí también me da mucho sentido, conexión mediante la conexión con los demás 1. Conexión con algo que es más profundo, que es esa fuente de vida que me permite conectarme como un instrumento, como alguien está facilitando determinado tipo de procesos para mí, para otros, para la comunidad. Algo que se proyecta hacia los demás es algo que tiene sentido y es algo que creo que debe de darnos esas pistas de que vamos por buen camino, porque ahí no hay otra que experimentar, que atreverse. Es decir, uno debe de salir de ese proceso de autoconfinamiento en el que a veces estamos motivados por el sufrimiento, por la carga traumática, por el miedo a resultar dañados. Si uno es capaz de trascender eso mediante lo que hemos hablado 1 psicoterapia, un buen acompañamiento y empezamos a ser capaces de atrevernos a vivir, sigamos siendo capaces de atrevernos a vivir, tomemos opciones, hagamos elecciones y proyectemos, demos nuestro testimonio para iniciar aquello que sentimos que tiene sentido. [01:33:40] Speaker A: Muy bien, Álvaro, pues danos tus redes, por favor, para que pueda la gente buscarte. [01:33:48] Speaker B: Fíjate que yo también tengo diferentes procesos de reinvención de mí mismo y últimamente prácticamente borré mis redes y acabo de iniciar otra en donde, bueno, básicamente y a través de YouTube también Instagram, creo que tengo el mismo tipo de apelación que es al guión bajo Baturone. Al Baturone. Ahí me podéis encontrar en Instagram o en YouTube. De momento simplemente lo acabo de crear, pero próximamente voy a empezar a postear contenido que tenga que ver con esto de encontrarse a uno mismo, de superar las relaciones disfuncionales, de superar la carga traumática y de podernos proyectar con mayor agilidad, capacidad, sentimiento de autoestima, de motivación y como no, de arraigo con ese propósito vital que todos andamos buscando. [01:34:38] Speaker A: ¿Con qué cierras, Álvaro? [01:34:42] Speaker B: Pues con un llamado a la inspiración para que todos podamos decidir hoy ir un poquito más allá de lo que estamos haciendo, que nos atrevamos a superar algunos de los miedos que a veces nos atenazan, que si sentimos la necesidad de avanzar en una determinada dirección, tomemos el paso de hacerlo y que si sentimos que estamos francamente limitados por algo que nos tira para abajo, que tengamos la valentía de afrontarlo y que tengamos la valentía de pedir ayuda a veces, porque pedir ayuda muchas veces es un acto valiente, contrariamente a lo que muchas personas piensan. Así que ojalá que entre todos vayamos consiguiendo despertar conciencias. El despertar es muy importante, el salir del estado de supervivencia, el empezar a plantearnos que la realidad no solamente tiene que ver con lo que hoy día estamos percibiendo, sino con un universo de posibilidades realmente, porque está ahí. Cuestionemos la verdad oficial y proyectémonos valientemente en lo que sentimos que tiene sentido y que merece la pena. [01:35:55] Speaker A: Pues sí, eso es muy, muy importante. Amigos. Pues entonces vamos a ver con qué cerramos nosotros este programa. Pues primero vamos a agradecerle a Álvaro Batroni su presencia en esta comunidad. Cuento CONTIGO. Muchísimas gracias, Álvaro. Esperamos que sigas aceptando nuestras invitaciones para hablar de diferentes temas, para hablar de todo lo que tú sabes y puedes traer a esta comunidad. Muchísimas, muchísimas gracias por haber estado con nosotros el día de hoy. [01:36:37] Speaker B: Muchísimas gracias a ti y a todo tu equipo, nena. Es un placer 1 satisfacción el estar con vosotros. [01:36:45] Speaker A: Pues muchísimas gracias. Toda la comunidad Cuento Contigo aquí en esta persona que habla, te da las gracias Álvaro, muchísimas, muchísimas gracias. Y a mí me gustaría cerrar con algo que estuve anotando, porque pues tengo que estar anotando Álvaro, todo lo que vas diciendo, porque si no, pues se me olvida, entonces tengo que anotarlo todo. Entonces fíjate, amarse a uno mismo no es mirarse al espejo con orgullo, ni ponerse siempre primero en la fila. Amarse a uno mismo es no traicionarse, no hablarse con crueldad, no exigirse perfección, no vivir en comparaciones. Es recordar una y otra vez que ya somos dignos, que ya somos valiosos, que ya somos completos, porque así fuimos creados por nuestra fuente. El amor verdadero no necesita condiciones, no se termina cuando fallamos. Fíjate qué importante esto que estuvimos viendo. El amor real y verdadero no se termina cuando cometes errores, cuando fallas, no se esfuma cuando otros nos rechazan. Ese amor no grita, no se impone, simplemente Álvaro es. Entonces amigos, ojalá que después de este programa puedas comenzar o continuar el viaje más importante de todos, el de volver a ti con ternura, con amor, con respeto, con luz, porque al final solo quien se ama de verdad puede amar de verdad. Álvaro Baturone, muchísimas, muchísimas gracias por haber estado aquí con nosotros y nos despierten compañeros del mundo, abran los ojos, despierten. Ya estamos en la época, en el tiempo que todos tenemos que despertar. ¿Eso es verdad o no, Álvaro? [01:39:07] Speaker B: Absolutamente, valido cada una de tus palabras. [01:39:11] Speaker A: Todos tenemos que despertar. Entonces amigos, pues muchísimas gracias a toda la comunidad. Cuento contigo por habernos permitido entrar a su mente y a su corazón. Muchísimas, muchísimas gracias por haber estado con nosotros y los esperamos el próximo domingo. Muchísimas, muchísimas gracias.

Other Episodes

Episode

June 01, 2025 01:42:31
Episode Cover

Cuento Contigo (Aired (06-01-25) Misterios y Verdades de las Culturas Prehispánicas

Descubre las diferencias reales entre mayas, aztecas y toltecas. Calendarios, dioses, pirámides y mitos con el Dr. José Luis Pérez, experto en arte y...

Listen

Episode

April 27, 2025 01:39:21
Episode Cover

Cuento Contigo (Aired 04-27-25) Coyote Balcánico: herencia, magia y perdón

Desde México hasta Serbia, esta novela de Rayo Guzmán mezcla mitología, guerra, linajes y redención en un viaje profundo hacia el alma y la...

Listen

Episode

February 02, 2025 01:37:25
Episode Cover

Cuento Contigo (Aired 02-02-25 ) Entre consolas y conciencia: videojuegos, niñez y datos

¿Los videojuegos educan o dañan? Hablamos de crianza, IA, biometría y cómo acompañar a niños gamers sin miedo ni desinformación.

Listen